No le gusta sacarse fotos. Se siente incómodo, raro, poco natural. “ Soy muy tímido, me da mucha vergüenza. Si me ponés la máscara de Pluto o del Pato Donald, te lo hago”, dice escondido detrás de sus anteojos Ludovico Di Santo, el joven actor de 28 años que arrancó tímidamente en la comedia juvenil Frecuencia 04 y que este año se destapó con su personaje homosexual en El tiempo no p ara . “La relación con otro hombre la encaré desde el contacto físico que uno tiene con sus amigos. ¿Viste que el argentino es muy toquetón, nos saludamos con un abrazo y un beso?”, dice mientras se ata con una gomita sus rulos demasiado enrulados. Así se lo verá en Doble venganza, la nueva ficción de Endemol en Canal 9.
La historia de amor homosexual encarnada por Walter Quiroz y Di Santo se planteó desde el comienzo como una pareja. “Después de haber generado la confianza suficiente, fuimos a los besos. En eso estuvimos muy inteligentes, nos juntamos y la idea fue: ‘Si vos estás bien, yo voy a estar muy bien’.”
—¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando te ves en la pantalla?
—Mmm... Eso de mirarme en televisión no me lo banco mucho en realidad. Es difícil tomar distancia porque en definitiva estás mirándote a vos mismo. Aunque de a poco le voy perdiendo el miedo. Este año aprendí a tratarme con un poco de cariño y ahora me resulta menos extraño.
—¿En qué medida disfrutás de lo que hacés?
—Actuar es divertido, como un juego. También depende de las escenas, a veces la pasás para el orto. Más allá de que la estés pasando mal, hay un cierto goce en ese lugar. En definitiva, la actuación es un gran juego donde uno no tiene que ser solemne pero sí tomarlo con seriedad.
—Sos nuevo en el ambiente del espectáculo, ¿cómo lidiás con la exposición?
—Todavía no me siento un actor famoso. Creo que es como en todo, hay que surfearla porque viene con el combo. Si no te bancás la exposición, podés elegir otros medios, otros lenguajes. Si estás haciendo un programa para adolescentes, no vas a ir un sábado por la tarde a un shopping.
—¿Dijiste que sos tímido... ¿La televisión te ayudó con las mujeres?
—Y, la televisión es una gran creadora de expectativas. En cierto punto es eso. Muchas veces la gente piensa que lo que aparece en pantalla es lo que somos. Se enamoran de un personaje. En algún punto te facilita el primer paso para la aproximación con el otro.
Por lo pronto, recientes fotos y varios rumores lo relacionaron con la panelista de Duro de domar, Ursula Vargues. El, ante la pregunta, hace la vista gorda recurriendo a nuevas metáforas marítimas. “Yo voy surfeando la ola. Me dejo llevar”, contesta.
—¿Pero algún día te vas a dejar atrapar?
—La fidelidad es como la domesticación del deseo, ¿no? Parte de la cultura cristiana me parece..., me refiero a la idea del amor para toda la vida. Igual, me divierte la idea de que una mujer en algún momento logre domesticarme.