Los festivales de Jazz de Punta del Este son como las fiestas Navideñas, que apenas terminadas con el arribo del nuevo año, ya la gente de todas las razas y religiones alrededor del planeta añoran que pase el tiempo pronto, trayendo de regreso la incomparable alegría de esos días festivos. Algo muy parecido sucede con los que desde el primer día hemos sido parte de este festival maravilloso creado por el inefable Francisco Yobino, “El Quijote del Tambo”.
Cada Enero, al final del último concierto, ya estamos “elucubrando” nuevas ideas para la próxima edición de este fabuloso evento, único en el mundo. Un festival Internacional en toda la extensión de la palabra, que durante 14 años ha subido al escenario las mas diversas manifestaciones de la música improvisada de todo el orbe.
Este año no es una excepción, y yo me siento profundamente honrado de ser parte de esta institución única en su clase, que riega alegría y buen gusto musical por todos lados, a la vez que junta amigos y colegas que de otra forma, solo se encontrarían en aeropuertos que van desde Ciudad del Cabo y Bruselas hasta Rio de Janeiro y Nueva York, y de París y Buenos Aires hasta San Juan y Barcelona.
En la finca de Yobino estamos todos en pleno campo uruguayo, todos juntos, aislados del resto del mundo. Y de aquí, ni el Gran Houdini pudiera (¡ni quisiera!) escapar.