La torpeza –que justificará por tener “extremidades muy largas”– genera risas y un grito divertido de la actriz de 21 años: “Cuidado, que soy madre”.
Luego de la entrevista, le pedirá un cigarrillo a un periodista y un encendedor a otro. Ante el silencio de todos los que saben de su situación, dirá: “No hay problema, el médico me autorizó a fumar hasta cinco cigarrillos por día”.
Su embarazo la condujo involuntariamente al centro de la escena en la conferencia de prensa que se brindó por el inminente estreno de La ronda. Trata de no hablar del tema aunque, sabe, las preguntas surgirán. Y cuando llega el momento, las acepta con la paciencia de quien sabe que es inevitable porque, al fin y al cabo, ella ya no es la misma. Y no volverá a serlo.
—Desde tu estreno en teatro con Fernando Peña –que incluía un desnudo en escena– han pasado muchas cosas...
—Sí, un montón, por suerte. Me siento recontenta de haber tenido la oportunidad de hacerlo, no sólo de trabajar, que ya es mucho, sino trabajar en lo que me gusta. Estoy contenta de haber tenido todas las opciones para desarrollar: teatro, televisión, cine. Para mí es un lujo estar con gente que me enseña, como fue Fernando (Peña), Eliseo (Subiela) o (Francis Ford) Coppola, todos gente dispuesta a ayudarme cuando yo no sabía nada.
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