Con tres discos grabados entre 2007 y el año pasado, la francesa Yelle (nombre real: Julie Budet) se transformó en una estrella pop capaz de imponer modas –en su país, fue impulsora del boom del “tecktonik” (beats súper veloces, bajos densos) con su atrapante videoclip A Cause Des Garcons– y de compartir escenario con figuras del nivel de Katy Perry. Yelle, que se reenconrará el sábado 25 con sus fans argentinos en Niceto Club, donde ofrecerá un espectáculo al que define como “una mezcla de los tres discos, pero con más canciones de Complètement Fou, el más reciente. Seremos tres en el escenario: dos percusionistas, uno de ellos mi gran amigo Grand Marnier, y yo. Se trata de un show con momentos fuertes para la danza, la percusión, la música electrónica y la felicidad”, agrega.
—¿Podría describir los objetivos musicales y líricos que se planteó en cada uno de sus tres discos? ¿Nota una evolución entre el primero y el último?
—Cada álbum tiene una historia única, debido no sólo a que los procesos de escritura y composición fueron diferentes, sino también porque Grand Marnier y yo éramos muy diferentes. Cada disco está construido en un momento preciso, con las dudas y los pensamientos que uno puede tener durante la vida y que son la raíz de la inspiración. Para Pop Up todo era nuevo, éramos jóvenes e impulsivos. Safari Disco Club era tal vez más profundo y más loco. Y Complètement Fou se trata de la experimentación y de la realización.
—¿Qué artistas han ejercido sobre usted una influencia definitiva ?
—Damon Albarn, Kate Bush, Chagrind’Amour, Phil Collins y muchos más que no me vienen a la mente en este momento.
—Usted se ha declarado feminista en más de una ocasión. ¿Qué es ser feminista hoy? ¿Ha cambiado el concepto con el paso del tiempo?
—Para mí ser feminista hoy en día es asumir mi femineidad lejos del cliché y continuar la lucha para tener igualdad con el hombre. No es una guerra contra los hombres, sino una pelea con ellos para hacer cosas diferentes y en el mismo nivel. Las mujeres necesitamos tener las mismas opciones que los hombres, punto.
—¿Recuerda cómo y dónde recibió la noticia del atentado a la revista “Charlie Hebdo”?
—Yo estaba en el supermercado en mi barrio y escuchaba a la gente hablar de un ataque, pero realmente no me di cuenta hasta que llegué a casa y encendí la radio. Recuerdo que comencé a llorar en la cocina escuchando el nombre de los periodistas muertos. Quedé muy sorprendida. Llamé a uno de mis mejores amigos, tuvimos que juntarnos y hablar porque habíamos quedado devastados. Los días siguientes fueron horribles. Realmente cambió la vida de muchas personas. Era una mezcla de solidaridad, tristeza e ira.
—¿Cómo definiría la situación de la inmigración en Francia hoy?
—Es complicada. Podemos sentir la tensión y se nota a veces una falta de comprensión. El gobierno francés es estricto en la política de inmigración y los inmigrantes parecen estar abandonados a su suerte. Pero creo que mucha gente está luchando contra la exclusión. Todavía podemos creer en la humanidad.