El actor estadounidense Tom Cruise contrajo matrimonio ayer con la actriz Katie Holmes, en una fortaleza del siglo XV al norte de Roma, ante numerosas estrellas de Hollywood que viajaron a Italia para asistir a la “boda del año”. Cruise y Holmes intercambiaron juramentos de fidelidad en una ceremonia efectuada en el castillo Odescalchi, indicó el publicista Arnold Robinson. El tenor italiano Andrea Bocelli cantó después para deleite de los recién casados.
La pareja se casó según el rito de la Iglesia de la Cienciología durante una ceremonia que duró un cuarto de hora en la imponente sala de armas del castillo. La información fue confirmada a la revista estadounidense People por el representante del actor, Arnold Robinson.
Una lluvia de estrellas, entre ellos los actores Jim Carrey, Brooke Shields, Jennifer López, Will Smith y Richard Gere, así como el futbolista inglés David Beckham y su esposa, Victoria, o el diseñador Giorgio Armani, festejaron con la pareja en el imponente castillo medieval iluminado con antorchas como en un cuento de hadas.
Cruise y Holmes llegaron entre las 13 y las 14 por separado a Bracciano, a unos 30 kilómetros de la capital, en donde la ceremonia nupcial fue celebrada algunas horas más tarde, según informaron medios de televisión italianos.
La primera en llegar al castillo, por la mañana, fue la sobrina de Giorgio Armani, Roberta Armani, encargada de la organización, quien entregó los trajes diseñados por el célebre modisto. La larga espera, la llovizna y la ausencia de divos dispuestos a ser fotografiados y saludados, decepcionó a los cientos de curiosos y admiradores de la pareja de Hollywood que durante horas esperaron en la plaza central y muchos terminaron por abandonar tranquilamente la localidad.
"Es el colmo, nos vestimos de fiesta y ni siquiera nos dirigen un saludo", se quejó una pareja de ancianas apostadas en el lugar. Con la llegada del atardecer, el imponente castillo, con cinco torres y amurallado, comenzó a ser iluminado por antorchas, en un espectáculo sugestivo.
El protagonista de Misión Imposible, de 44 años, y Katie Holmes, de 27, alquilaron el suntuoso castillo, de propiedad de la familia Odescalchi, por cerca de un millón y medio de euros. Camiones y antenas de cerca de 250 medios de prensa fueron instalados en varios puntos clave para seguir la llegada de las estrellas de Hollywood invitadas.
La localidad ha sido literalmente blindada, con vigilancia de policía y hasta francotiradores instalados en puntos estratégicos. "No es que sea fanático de Tom Cruise, he visto sólo una película suya. Me encanta su mujer y quiero ver sobre todo a Victoria Beckham", contó Gianluca, un adolescente de 16 años, detrás de las barreras de protección de la plazoleta.
Tanto secretismo ha hecho pensar a muchos que la ceremonia es producto de una hábil estrategia consistente en imponer a todos los colaboradores y medios multas de cerca de un millón de euros en caso de filtración de noticias. La ceremonia nupcial de la secta de la Cienciología, fundada en 1954 por el escritor de ciencia ficción Ron Hubbard, se parece a la católica, pero incluye la donación de objetos curiosos y simbólicos como un gato, una cacerola y un peine. Se ignora si la pareja se casará también por lo civil ya que la Iglesia de la Cienciología no es considerada una religión en Italia y su rito no tiene ningún valor legal en la península.
Además de la torta gigante traída desde Estados Unidos, el castillo será iluminado con 6.000 velas perfumadas con aroma de café y rosas y el “catering” será servido por los restaurantes más refinados de la Ciudad Eterna. Una corte de jóvenes de la nobleza italiana, vestidos con librea y escudos de armas, asistirán a los invitados, entre ellos muy pocos italianos.
La fiesta que costará cerca de tres millones de dólares, se clausurará hacia medianoche con un despliegue de fuegos artificiales. Y entre los personajes que se han casado en el castillo de Bracciano, figuran el cantante Eros Ramazzoti, quien se divorció pocos años después, la actriz Isabella Rosellini, el director de cine Martin Scorsese y la periodista de la CNN, Christiane Amanpour, quien se unió allí con el ex portavoz del Departamento de Estado americano, James Rubin.
