ESPECTACULOS
ENTREVISTA A JULIETA VALLINA

Una actriz obsesiva con su oficio

Consumidora de televisión, su carrera se desarrolla en teatro. Cree que no la llaman porque no da con los parámetros de belleza marketinera.

1115vallina468
TEVE. Asegura que la consume en exceso porque no tiene prejuicios. | Cedoc
Julieta Vallina no puede ser más luminosa cuando entra por la puerta del bar en Avenida de Mayo, empujando el carrito de su pequeña bebé Adela. Aunque suelte una serie de comentarios domésticos, que viene del pediatra, que el tránsito estaba terrible, Julieta tiene aura. Así comienza a comprenderse por qué fue la elegida por Daniel Veronese para interpretar al personaje de Elena, la rompecorazones de Espía a una mujer que se mata, su versión de Tío Vania de Chéjov.

Esta actriz que sobre todo se ha volcado al teatro, de a poco y a fuerza de una seguidilla de muy buenas actuaciones ha comenzado a hacerse conocer. Sucesivos trabajos en colaboración con Daniel Veronese y José María Muscari, y también algunas participaciones en cine. Este año se la vio en El custodio, de Rodrigo Moreno, y también en la aún no estrenada El pasado, de Héctor Babenco.

—¿No hacés TV por una decisión personal o se ha dado así?
—Ahora voy a estar en estos unitarios que van a hacer en Canal 7 que son directores de cine junto con directores de teatro, yo voy a hacer el de Caetano-Muscari. Antes no hice pero no por falta de interés. Es difícil, hay ciertas cuestiones que tienen que ver con encontrar con la horma, a qué estilo respondés, cómo te pueden tipificar, cuando resulta un poco complicado eso, te cuesta conseguir trabajo. Pero no tengo ningún prejuicio, soy una gran consumidora de televisión te diría en exceso...

—¿Y cómo entrás vos en esta tipificación de la TV?
—No sé qué es lo que hay que téner, uno se va poniendo grande (se ríe) para determinados papeles o no tengo el cuerpo específico que la televisión necesita, o tal vez, por el tipo de teatro que hago doy demasiado densa...

—¿Cómo es tu relación con la actuación? ¿Sos muy exigente?

—Sí, la verdad, podría pasarlo mejor. Aunque hay trabajos míos que me gustan, de los que no tengo dudas. Me gusta buscar material, el tema del vestuario, como estudié plástica tengo mucha opinión, así que me meto y opino, soy medio pesada. También busco elementos, he aprendido a tocar el violín o a hablar como española, para distintos personajes, tengo cuadernos de cada proceso, esa cosa medio obsesiva de anotar, diarios de ensayo. Siempre tuve mucha energía. Hubo dos años en que hice cuatro obras a la vez. Hacía viernes, sábado y domingo, por ahí dos funciones el mismo día, cuando estaba con Electrashok de Muscari y varias de Veronese. Ahora ya no puedo porque tengo una niña, pero lo hice y lo disfruté.