Uno de los grandes aciertos de los organizadores del festival fue incluir a último momento a los músicos británicos. La presencia de Madness sirvió, sin dudas, para atraer al público adulto a un festival creado para los más jóvenes, y mezclar así a padres e hijos en un salto único: el del ska.
Al manejo que los legendarios Madness tienen del escenario se adiciona un gran sentido del humor que los posicionaría terceros en un ranking de humor inglés luego de Benny Hill y Mr. Bean, al menos frente a un público difícil de conquistar como el argentino.
Estos grandes inspiradores de los Fabulosos Cadillacs, entre los más notables cultores locales, tocaron durante más de una hora con un sonido impecable y sin regatear los hits más aclamados: “House of fun”, “It must be love”, “Our house” y “Madness”, entre otros.
Fue un show divertido y con mucho movimiento, además de haber sido uno de los más esperados por sus fanáticos, para quienes parecieron valer la pena la espera de más de 10 años.