ESPECTACULOS
Crítica

Valioso documental sobre el productor y crítico Néstor Gaffet

Perfil
. | CEDOC

El director y guionista Hernán Gaffet (Oscar Alemán, vida con swing, 2002; Argentina Beat… ,2007), entre otros títulos, acerca al espectador un documental en el que recorre la vida de su padre, el abogado, productor, docente y crítico Néstor Gaffet (1928,1982) y también la historia del cine en la Argentina. De cómo gracias a él llegamos a conocer títulos emblemáticos como Morir en Madrid, o Juventud divino tesoro, que permitió en 1955 disfrutar de la obra de Ingmar Bergman. Esa es sólo una parte de esta monumental tarea de investigación de Gaffet hijo. La producción permite observar como en la Argentina, cíclicamente, lo que consumimos como productos culturales, siempre estuvieron atravesados por censuras de distinta índole, con el eje dividido en distintas ocasiones en tres vértices, los gobiernos –incluso los democráticos, Illia, Frondizi-, los militares y la iglesia. Por lo que el film es también la historia de la censura cinematográfica (incluye al mítico Miguel P. Tato) en nuestro país y cómo un abogado y fanático del cine, Néstor Gaffet la enfrentó con sus recursos legales y amparándose en los derechos que especifica la Constitución. 

Un hombre de cine es para verla y disfrutarla más de una vez, porque permite descubrir en cada ocasión un dato, un hecho curioso, un nombre olvidado. Para Gaffet hijo es un agradecimiento y un reproche a su padre, por haber dedicado más tiempo al cine, que a él, a su hermano y su madre, cuando él era pequeño. “Es la historia de cómo el cine me quitó a mi padre y de cómo ambos me enseñaron esa forma de la felicidad”, indica.

Néstor Gaffet vivió la época de mayor convocatoria de público a los cines: claro está que hay que ubicarse en esos años. Un dato es que en 1950, en Capital –ahora CABA- había 26 teatros y 175 cines. Sobre la calle Lavalle, entre Carlos Pellegrini y Maipú, había 20 salas. Por aquellos años, Perón contaba con un “monje negro, un censor peronista”, como se lo denomina en el film a Raúl Apold. Él prohibía y luego Perón mediaba. El periodista Horacio Verbitsky cuenta cómo él cubrió junto con un fotógrafo, el secuestro de las copias de Morir en Madrid, por Ramiro de la Fuente, el censor en 1974, cuando se conoció aquel memorable film sobre la Guerra Civil Española. Pero este es sólo un dato de las cientos de curiosidades que ofrece este film nada tedioso, dinámico, con fotos de recortes, retazos de videos con Nilsson, Beatriz Guido,  Fernando Martín Peña hablando de los actores prohibidos luego del derrocamiento de Perón.   

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Algunas perlitas refieren a cómo Gaffet fue el “culpable” de la trascendencia internacional  de Torre Nilsson, del que fue socio en producciones como Fin de fiesta (1959), La mano en la trampa (1961) o Un guapo del 900 (1960). De esta se cuenta que se dudaba de convocar a un galán, por esa época, como Alfredo Alcón. Otro dato es la amistad de Néstor Gaffet, con Roman Polanski. Los dos fantasearon con filmar Repulsión, con Graciela Borges, en nuestro país, pero por la siempre “maldita” crisis económica no pudo ser.