Astenopía en niños:
La astenopía, también conocida como fatiga visual, es un síntoma ocular caracterizado por la sensación de cansancio y malestar en los ojos después de realizar actividades visuales cercanas durante un período prolongado.
La astenopía puede ser causada por el uso excesivo de dispositivos electrónicos, una mala iluminación o una posición inadecuada durante la lectura o el estudio. Es importante que los padres limiten el tiempo de pantalla de sus hijos y fomenten pausas regulares durante las actividades visuales cercanas. Además, se recomienda una iluminación adecuada y una postura correcta al realizar tareas visuales cercanas.
Visión borrosa en niños:
La visión borrosa en niños puede tener diversas causas, desde errores refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismo, hasta condiciones más serias como patologías de córnea, cristalino y nervio óptico. La visión borrosa puede dificultar el aprendizaje, afectar el rendimiento académico y disminuir la calidad de vida del niño.
Es esencial que los padres estén atentos a señales de visión borrosa en sus hijos, como entrecerrar los ojos, acercarse demasiado a los objetos o tener dificultades para leer o escribir.
Otro indicador que puede ayudar a los padres para detectar la visión borrosa, es la dificultad de los niños en el colegio para copiar lo que está escrito en el pizarrón.
Si se sospecha de visión borrosa, se debe buscar una evaluación oftalmológica pediátrica para un diagnóstico preciso.
El tratamiento, en su mayoría, puede variar desde el uso de anteojos, a veces lentes de contacto y hasta cirugía para corregir casos más graves.
Cefalea y problemas visuales en niños:
La cefalea, o dolor de cabeza, puede estar asociada a problemas visuales en la infancia. Si un niño experimenta dolores de cabeza recurrentes, especialmente durante o después de realizar actividades visuales cercanas, como leer o usar dispositivos electrónicos, es importante considerar la posibilidad de una relación entre los síntomas oculares y las cefaleas.
La corrección de problemas visuales subyacentes, como errores refractivos, puede aliviar los síntomas de la cefalea. Es importante que los padres estén atentos a los dolores de cabeza frecuentes en sus hijos y busquen la opinión de un especialista en oftalmología pediátrica para descartar problemas oculares.
También, si los dolores de cabeza son persistes, es esencial hacer un diagnóstico interdisciplinario, ya que la cefalea puede ser causa de otras alteraciones sistémicas, las cuales deben ser diagnosticadas en interconsulta principalmente con el pediatra.
Los síntomas oculares en la población infantil, como la astenopía, visión borrosa y cefalea, requieren una atención adecuada para asegurar un desarrollo visual saludable.
La detección temprana y el seguimiento con un profesional son fundamentales para prevenir complicaciones a largo plazo y garantizar el bienestar ocular de los niños.
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