En una persona que oye normalmente, las ondas sonoras atraviesan el oído externo hasta llegar al tímpano iniciando su vibración y poniendo en movimiento una cadena formada por tres huesecillos: martillo, yunque y estribo. Éstos, a su vez, transfieren la energía hacia el oído interno cuyos fluidos entran en movimiento provocando que las células ciliadas o “el caracol” transformen estas vibraciones en impulsos eléctricos que se transmitirán a través de las fibras nerviosas auditivas al cerebro.
En algunos tipos de sordera profunda, hay una destrucción de esas células ciliadas. La hipoacusia es la disminución de esa sensibilidad auditiva y puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral, cuando ambos oídos lo están. La pérdida de audición es uno de los problemas de salud más comunes, que afecta a personas de todas las edades, en todos los segmentos de la población y de todos los niveles socioeconómicos.
Afecta aproximadamente a 17 de cada 1.000 niños y jóvenes menores de 18 años, pero la incidencia aumenta con la edad. Aproximadamente más del 30% de personas mayores de 65 años sufre pérdida de audición que puede ser hereditaria o adquirida como resultado de una enfermedad, traumatismo, exposición al ruido, o medicamentos. La pérdida auditiva puede variar desde una leve disminucion de la misma hasta valores profundos, llegando a la perdida total.
“Las pérdidas auditivas se clasifican en leves (hasta-30 dB), moderadas (30 a 60 dB), severas (60 a 90 dB) y profundas (+ 90 Db). Estas traen diferentes trastornos de comunicación, de acuerdo al grado, impactando directamente en la calidad de vida del paciente, alterándola en sus aspectos familiares, laborales y sociales.
Existen varios tratamientos posibles, según la etiología y el grado de la hipoacusia, desde una cirugía convencional, el uso de audífonos, implantes osteointegrados hasta un implante coclear. En el caso de hipoacusias neurosensoriales, de severas a profundas, ya sea unilaterales o bilaterales, la alternativa más beneficiosa podría ser el implante coclear”, define el Dr. Fernando J. Diamante, Medico otorrinolaringólogo uBa (Mn 93626 Mp 54634), cirujano otorrinolaringólogo, Jefe del servicio de otorrinolaringología del centro Medico Belgrano y Director del equipo de implantes cocleares y prótesis implantables.
¿Qué es un implante coclear?
Se trata de un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas. Estas señales son procesadas a través de las diferentes partes del implante coclear que estimulan el nervio auditivo y llegan al cerebro que los reconoce como sonidos.
¿Quiénes pueden beneficiarse con un implante coclear?
Hoy un paciente con perdida bilateral o unilateral entra dentro del protocolo de estudio para posibles candidatos. Inclusive se presenta como una alternativa valida en aquellos que tienen una sordera de un solo oído. Es muy importante realizar una detallada evaluación en cada paciente en particular. Creemos que la única persona que en definitiva deberá tomar la decisión del implante coclear es el propio paciente, que tiene que estar bien informado y que de ser posible antes de proceder al implante tenga la oportunidad de contactar a otros implantados para recibir información de primera mano y con quienes puedan compartir sus dudas, miedos, angustias y expectativas.
Si se trata de un niño, esta decisión recaerá en los padres. niños con hipoacusias bilaterales profundas, implantados tempranamente, acceden mediante una rehabilitación intensiva al mundo normoyente, teniendo una reinserción social completa. De igual forma un paciente que presenta una sordera unilateral, lo que impacta negativamente en su calidad de vida, generando un sin fin de complicaciones, mediante el uso de un implante coclear, tiene la posibilidad de recuperar la audición en el oído afectado.
¿Qué es la sordera unilateral?
La hipoacusia unilateral es: “cualquier grado de hipoacusia existente en un oído, con audición normal en el oído opuesto”. Recientemente se ha comenzado a utilizar otro término “sordera unilateral” con las siglas del inglés ssD (single sided deafness). Este término se utiliza cuando el grado de audición del oído afectado por la hipoacusia no es funcional. Por lo tanto, cuando nos referimos a una hipoacusia unilateral podemos abarcar una amplia cantidad de situaciones auditivas con posibilidades y pronósticos muy diferentes.
Si se trata de una hipoacusia de grado profundo, estamos en este caso ante una sordera unilateral. la prevalencia de la hipoacusia unilateral es significativa: se detecta en un 1/1.000 de los niños recién nacidos, aumentando hasta un 3-6 % durante la edad escolar. Esto se debe a hipoacusias adquiridas o errores en el screening neonatal, etc. Numerosos estudios demuestran que estos niños afrontan múltiples problemas sin ser, a veces, conscientes de ello. se demostró que el 35 % de los niños con hipoacusia unilateral repetían algún curso a lo largo de su escolaridad.
Por lo tanto, debemos tener presente que en la actualidad la posibilidad de la recuperación auditiva mediante un implante coclear en pacientes con distintos grados de hipoacusia es una realidad que va en aumento en cuanto a sus indicaciones.
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