En 1910, año del Centenario de la Patria, se decía que el Presidente era "yeta". Por aquel entonces José Figueroa Alcorta gobernaba el país. En 2010, año del Bicentenario, ya son numerosos los sucesos que podrían adjudicarle esa mala fama a Cristina Fernández de Kirchner.
Incluso, sólo pasaron horas desde la última situación desafortunada. Antes del partido frente a Argentina, Cristina recibió a la selección española en la Casa Rosada. Hoy España perdió 4 a 1 frente al conjunto nacional.
Hace unos meses nomás, el 18 de marzo de este año, Cristina recibió al elenco de El Secreto de sus Ojos luego de que la película ganara el Oscar al mejor film en habla no inglesa. Cinco días más tarde asaltaron a la protagonista, Soledad Villamil , en su casa de Vicente López.
Otro que sufrió los maleficios de la Presidenta fue Gastón Pauls. El actor asistió a un acto de Cristina y a los pocos días estalló el escándalo de los millonarios cheques que adeuda su productora.
A principio de este año, el mundo del automovilismo estaba entusiasmado con la noticia de que Pechito López participaría de la Fórmula uno. Tal fue el furor que Cristina recibió al corredor en la Casa Rosada e incluso el Gobierno iba a apoyar con 2 millones de dólares al corredor. Pero, por casualidad o mala fortuna, al final la escudería quedó afuera de la competencia.
Ya en el 2008 la Presidenta habría repartido desgracias en el deporte. Ese año, Manu Ginobili fue abanderado de la delegación que viajó a los Juegos Olímpicos de Beijing y la encargada de entregarle la bandera nacional al jugador de básquet fue la mismísima Cristina. Esa, según los más supersticiosos, fue la causa por la que Manu se lesionó el tobillo izquierdo durante los Juegos.
En febrero de 2007, cuando Cristina era senadora y primera dama, recibió la visita de la candidata a la presidencia de Francia por el partido demócrata, Segolene Royal. Poco después, era Sarkozy, y no Royal, el que accedía al cargo.
Los hechos parecieran hablar por sí solos, cada vez que Cristina saluda, felicita o desea suerte a alguien, ocurre un evento desafortunado. ¿Será mufa? ¿O el azar se volvió destituyente?