Siempre que uno llega a una reunión, comida, fiesta o cena tiene que saludar a los que llegaron antes. En caso de no conocerse, se hacen las introducciones correspondientes y luego de un rato de pasarla bien, beber, reír y bailar, llega la hora de retirarse pero despedirse de todos es una molestia, especialmente cuando son muchos.
El ghosting se comenzó a utilizar para hacer referencia a personas, en pareja, que repentinamente desaparecían de la vida de la otra. Cuando uno desaparece, para referirse al acto de no volverse a ver se le dice ghosting.
Ahora, esta manera de simplemente desaparecer sin ninguna clase de aviso está siendo llevada a otros aspectos sociales, más comúnmente en fiestas. A la hora de llegar, el saludo es divertido, conoces a gente que se encuentra en el lugar y haces nuevas amistades pero mientras las horas pasan y uno se va cansando, irremediablemente llega el momento que todos quieren evitar, la despedida. Especialmente los países como el nuestro que vas de persona en persona dando un beso.
“Nosotros somos un país muy cariñoso y es verdad que cuando nos juntamos es denso tener que saludar a uno por uno cuando te estas yendo, yo prefiero toda la vida irme y después hablar con mis amigos por WhatsApp y avisarles que estoy en casa”, detalló Lionel Carballo.
La solución para esta nueva tendencia es usar el ghosting para simplemente desaparecer. Uno se evita la tediosa tarea de despedirse durante horas de los demás.
"Hoy vivimos con vínculos más precarios y estamos con una hiperconexión muy difícil de procesar. Nos encontramos conectados todo el tiempo con todo el mundo y esto hace que los vínculos se vuelvan más livianos y que la gente se relaje en lo interpersonal como puede ser el saludar o el iniciar y/o terminar una relación" destacó el sociólogo José Moreno de la Universidad Nacional de La Plata.
Esta tendencia toma más peso ante estas situaciones pero, para poder compensar se envían mensajes a los amigos diciendo que la pasaron muy bien a pesar de haberse ido sin saludar.
"Las relaciones en sí misma perdieron su peso específico porque hay millones disponibles al alcance de todos y todo el tiempo entonces esa sobreabundancia devalúa el propio trato interpersonal", cerró el especialista Moreno.