Al menos 18 personas murieron en un enfrentamiento entre policías y campesinos durante un intento de desalojo en una reserva natural de la localidad paraguaya de Curuguaty, a 250 kilómetros de la capital Asunción.
Los violentos enfrentamientos se desataron cuando las fuerzas de seguridad, respaldados por el presidente Fernando Lugo, intentaron desocupar los terrenos de la reserva ocupados por campesinos sin tierra.
El número de víctimas aún no es definitivo, ya que todavía se buscan a heridos y fallecidos entre policías y campesinos. Las tareas de rescate se complican por la falta de garantías de seguridad en la zona, según dijo el director del Servicio de Emergencias Médicas Juan Carlos Portillo al diario paraguayo ABC.
El primer conteo indicaba que entre las víctimas fatales hay al menos siete policías y diez campesinos, entre ellos uno de los líderes de la revuelta, Adelino Espínola, según el diario Última Hora.
Las versiones sobre los incidentes todavía son contradictorias y el gobierno asegura que los campesinos estaban armados: "Tienen armas de grueso calibre, como fusiles M-16", aseguró Walter Gómez, jefe de Investigaciones de Canindeyú, al canal 13 de televisión.
"Ellos dispararon directamente a matar sobre nosotros. Estamos en una situación límite", explicó en tono dramático el uniformado. "La policía se presentó al desalojo y ellos dispararon directamente a matar y mataron", agregó.
Los invasores del terreno, una reserva natural propiedad del empresario Blas Riquelme, están liderados por Carlos Raúl Villalba, dijo Gómez.
El presidente Fernando Lugo repudió los enfrentamientos y manifestó su "absoluto respaldo" a las fuerzas de seguridad. También extendió sus pésames a los familiares de los policías fallecidos que actuaron "de acuerdo a la constitución y la ley".
"Todas las áreas del gobierno están trabajando en este momento en líneas de acción para devolver la calma y la tranquilidad a Curuguaty", manifestó en un comunicado. Lugo convocó a la casa presidencial a sus ministros del Interior, de Defensa y al comandante de las Fuerzas Militares para analizar la situación.
El Senado, por su parte, convocó de urgencia a una plenaria para debatir el establecimiento del estado de excepción en el departamento de Curuguaty, donde se registraron los hechos.
La propiedad de Riquelme, empresario del sector de los supermercados, está en una región ocupada en gran parte por los llamados "brasiguayos", prósperos productores de soja brasileño, instalados desde hace 40 años en las tierras más fértiles del país, en la cuenca del río Paraná, en la zona fronteriza de Paraguay con Argentina y Brasil,.