Bagdad
Acorralado en Mosul, donde las fuerzas del ejército iraquí, con apoyo de combatientes kurdos, avanzan capturando poblados de los alrededores, Estado Islámico lanzó ayer una ofensiva contra Kirkuk, en el norte del país, donde atacó edificios públicos, tres comisarías, el ex cuartel general de las fuerzas de seguridad y una central eléctrica, y dejó numerosos muertos.
En el quinto día de la ofensiva de las fuerzas iraquíes y combatientes kurdos para arrebatar a los yihadistas su último bastión iraquí, EI perpetró ataques coordinados detrás de la línea de frente, en sectores bajo control kurdo.
Células durmientes de los yihadistas atacaron por la mañana varios puestos de las fuerzas de seguridad en Kirkuk y otros edificios. Al menos 19 personas murieron sólo en un ataque contra una central eléctrica en Dibis, al noroeste de Kirkuk.
Desde Kirkuk, a 100 kilómetros al sudeste de Erbil, había partido la masiva ofensiva de los peshmerga para reconquistar Mosul, la “capital” de Estado Islámico en Irak.
Guerrilla urbana. Kirkuk fue ayer escenario de acciones de guerrilla urbana que obligaron a los responsables locales a decretar un toque de queda en esta ciudad multiétnica, donde cohabitan varias comunidades religiosas, unos 150 kilómetros al sudeste de Mosul, en una región petrolera.
Ya por la noche, hora local, seguían escuchándose disparos en las cercanías del hotel Cihad. Sobre el techo de ese edificio, se habían atrincherado al menos dos francotiradores de EI que tenían en jaque a las fuerzas de seguridad.
Uno de ellos abatió a un reportero de una cadena local, Ahmed Hajer Oglu, de 30 años y padre de dos hijos, que cubría los enfrentamientos.
Un policía señaló que las fuerzas de seguridad rodearon a los combatientes de EI en numerosos edificios y calles de Kirkuk.
Los residentes relataron que había explosiones y tiros y la televisión mostraba columnas de humo sobre la ciudad, controlada por los kurdos.
Según los medios, EI empleó atacantes suicidas. El canal de TV kurdo Rudaw aseguró, citando a la policía de Kirkuk, que los yihadistas consiguieron hacerse con una antigua comisaría de la policía antes de ser rechazados por las unidades antiterroristas.
Doce yihadistas fueron abatidos por fuerzas kurdas.
En Dibis, tres atacantes suicidas entraron en la central, aún en construcción, y mataron a 16 personas, indicó el alcalde Abdullah Nur al-Din. En combates con las fuerzas de seguridad, fue abatido uno de los yihadistas y los otros dos se detonaron. Los muertos son 12 trabajadores iraquíes y cuatro iraníes.
Al sur de Kirkuk, en Dakuk, en otro incidente, 15 mujeres que participaban en conmemoraciones chiitas fueron abatidas por un bombardeo aéreo contra el lugar de culto en el que estaban reunidas. Otras cincuenta personas resultaron heridas
Avances. En el quinto día de la gran ofensiva para arrebatar Mosul a los yihadistas, una operación que implica a miles de miembros de las fuerzas de seguridad y que cuenta con el apoyo de la coalición internacional antiyihadista, las tropas iraquíes seguían ganando terreno y se habían apoderado de la localidad de mayoría cristiana Bartalla, a tan sólo 10 kilómetros al este de Mosul.