El papa Francisco confesó hoy a cinco jóvenes elegidos al azar entre los miles de participantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), durante su primera actividad en la Quinta de Boa Vista donde se realiza la feria vocacional.
El pontífice escuchó a un venezolano, un italiano y tres brasileños escogidos por sorteo y tomando como referencia no su país de origen, sino la lengua en la que hablan, a fin de que el Papa pueda comunicarse mejor con ellos. Los organizadores dijeron a DyN que los nombres de los jóvenes no fueron difundidos para “preservar la intimidad” de quienes participaron del sacramento cristiano de la Reconciliación o Confesión.
Francisco llegó en la camioneta que utiliza aquí para trasladarse, custodiado por varios autos, al predio ubicado cerca del estadio Maracaná, donde se desarrolla la Feria Vocacional.
Tras ser recibido por el padre Arnaldo Rodrigues, responsable de esa actividad paralela a la JMJ, rezó en silencio en la capilla con los 5 jóvenes penitentes, tres hombres y dos mujeres, y luego escuchó la confesión uno a uno.
En la Feria vocacional fueron colocados 50 confesionarios al aire libre y una capilla donde se expone el Santísimo Sacramento u hostia consagrada, para la adoración de los jóvenes peregrinos. Allí, congregaciones y movimientos de Iglesia intentan “captar” vocaciones sacerdotales y religiosas. Todos intentaban mostrar sus “carismas” religiosos: Dehonianos, maristas, lasallanos, focolares y obviamente jesuitas, la orden de la que surgió Jorge Bergoglio. Llamaba la atención que no pocos quisieran fotografiarse como curas o monjas en siluetas recortadas donde ubicaban sus rostros.
Luego, el Papa tiene previsto realizar un encuentro con jóvenes reclusos en el palacio arzobispal. Al mediodía rezará el Ángelus y por la tarde encabezará el Vía Crucis en Copacabana.