La violencia está ganando nuevamente terreno a las promesas de diálogo formuladas por el flamante presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el día de su asunción y por el comandante guerrillero Alfonso Cano sólo una semana antes del recambio en aquel país. Después del ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del miércoles que dejó a 14 policías muertos, el mandatario colombiano ordenó a las fuerzas de seguridad incrementar su accionar contra los rebeldes.
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