Las armas fluyen hacia Ucrania desde los más diversos puntos de Europa. 20 países de la Unión Europea y de la OTAN, envían todo tipo de pertrechos bélicos porque esa es la única manera que encuentran de colaborar con el actual gobierno de Kiev. Desde luego Europa y Estados Unidos, es decir los miembros de la OTAN, no sólo proveen artefactos bélicos; también han incrementado la dotación de soldados estacionados en aquellos países más próximos a la zona de conflictividad.
Sólo que ningún soldado pisará suelo ucraniano. Y eso es sencillamente porque este país eslavo, que está en el origen de la creación de Rusia allá por el siglo IX, no está en esa alianza del Atlántico Norte.
Las armas fluyen hacia Ucrania desde los más diversos puntos de Europa
“Es por defensa y seguridad europea, que ha evolucionado más estos últimos días que en las dos décadas precedentes” declaró Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea desde 2019. “En términos militares, Ucrania ocupa una posición estratégica” advierte un experto brasileño, el teniente coronel Anselmo de Oliveira Rodrigues, doctor en Ciencias Militares. Y eso ocurre porque el país “está situado en la región de la línea roja, tal como la denomina Vladimir Putin”. Eso significa que “cualquier nación que avance sobre esa línea, inevitablemente se topará con una reacción militar de Rusia”.
El especialista brasileño sostiene que la OTAN ya se expandió en 2004 por lo que eran las antiguas repúblicas soviéticas: Estonia, Lituania y Letonia. “Y ahora, Putin ve a la OTAN comprometida en amenazar a Rusia con la destrucción”, lo que explicaría el “alerta nuclear” emitido por el presidente ruso el último fin de semana.
El Fondo Europeo de Apoyo a la Paz es, contradictoriamente con su nombre, el gran financiador de los envíos de armas para Kiev. Ha destinado a ese objetivo nada menos que 500 millones de euros, “con el fin de reforzar las capacidades y resiliencia de las fuerzas armadas ucranianas”. La “ayuda” provista al país eslavo es la primera de ese tipo, es decir, de subsidiar la compra de equipos letales.
Antes aun de que las tropas rusas ingresaran a Ucrania, Washington aprobó el envío de equipos militares por 350 millones de dólares. Los “refuerzos” incluyen misiles antiaéreos Raytheon [RTX] Stinger y misiles antiblindaje Lockheed Martin [LMT] y Raytheon Javelin de los estados bálticos para ayudar a la defensa ucraniana. Los misiles RTX son capaces de destruir sistemas aéreos no tripulados con impactos directos o detonando cerca de ellos. El misil anti tanque Lockheed Martin O FGM-148 Javelin es portable y tiene un sistema de orientación por infrarrojos que evita tener que corregir su curso después del lanzamiento.
Una de las grandes fuerzas que están por detrás de esta guerra es la industria militar
Para los expertos, esto lleva a una conclusión: una de las grandes fuerzas que están por detrás de esta guerra es la industria militar, que aprovechará indudablemente los enormes caudales de dinero que consume en armas. John Scales Avery, Ph.D., presidente de la Academia Dinamarquesa de Paz y galardonado junto a otros con el Premio Nobel de la Paz de 1995, recordó en un artículo reciente el “Proyecto para Un Nuevo Siglo de Estados Unidos”, un documento geoestratégico diseñado por el ex subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, quien se desempeñó como consejero del gobierno de George W.Bush. En ese paper se afirma: “Nuestro objetivo número uno debe ser la prevención contra el surgimiento de un nuevo estado real, sea en el territorio de la ex Unión Soviética o en otros (China). Debemos evitar que cualquier potencia hostil domine una determinada región y tenga un dominio consolidado de recursos que puedan inducir la generación de un poder global”.
Scales Avery añade que los grandes fabricantes de armas “no quieren realmente la guerra. Lo que ellos quieren es la amenaza de guerra. Pues, en tanto se mantengan las tensiones, y amenazas de batallas, el complejo militar industrial recibirá dinero”.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.