Los brasileños eligen este domingo a su próximo presidente con el ultraconservador Jair Bolsonaro como favorito frente al candidato del expresidente Lula Da Silva, Fernando Haddad.
La elección transcurrió con normalidad durante toda la jornada, sin que se registraran incidentes, según confirmó Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica y jefa de la misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Bolsonaro votó en una escuela municipal de Río de Janeiro a la que concurrió junto a su esposa Michelle. El candidato del Partido Social Liberal ingresó al establecimiento por una puerta trasera y, según trascendió, llevaba puesto un chaleco antibalas para su protección. En el mes de septiembre fue apuñalado en el estómago durante un acto proselitista por lo que se vio obligado a reforzar su seguridad.
Haddad, en tanto, votó en la ciudad de San Pablo también acompañado por su esposa Ana Estela. El candidato del PT fue recibido por militantes y seguidores que fueron a mostrarle su apoyo. "La democracía está en riesgo", insistió por último el candidato.
El favorito para obtener la victoria es Bolsonaro, que aventaja por entre ocho y 10 puntos porcentuales a Haddad en las últimas encuestas.
Brasil, un país de 209 millones de habitantes y con un padrón electoral de 147 millones, está sumido en una fuerte crisis institucional por los casos de corrupción destapados sobre todo por el caso "Lava Jato", dado a conocer en 2014, que salpica a gran parte de la clase política.
A ello se suman los efectos de una dura recesión, que condujo a una contracción de -7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2015 y 2016, y una ola de violencia e inseguridad.
En la primera vuelta de las elecciones, que se disputó el 7 de octubre, Bolsonaro obtuvo un 46 por ciento de los votos válidos (sin nulos y blancos), mientras que Haddad llegó al 29 por ciento. El vencedor de los comicios asumirá la presidencia del país el 1 de enero de 2019.
MS EA