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Atacan la embajada de Estados Unidos en Bagdad

Miles de simpatizantes de los paramilitares iraquíes pro-Irán entraron por la fuerza este martes 31 de diciembre en la embajada de Estados Unidos en Bagdad

Atacan la embajada de Estados Unidos en Irak
Atacan la embajada de Estados Unidos en Irak | AFP

Miles de simpatizantes de los paramilitares iraquíes pro-Irán entraron por la fuerza este martes 31 de diciembre en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, a modo de protesta por los bombardeos estadounidenses en Irak. El presidente de los EE.UU., Donald Trump, pidió al gobierno iraquí que defienda de su sede diplomática.

El pasado domingo 29 de diciembre se llevaron a cabo unos bombardeos en los que murieron 25 combatientes de las brigadas de Hezbolláh, un grupo armado chiita iraquí miembro de las Fuerzas de Movilización Popular. Esta última es una coalición de paramilitares dominada por facciones pro-Irán integradas en el ejército iraquí.

 

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Los miles de manifestantes y partidarios de las Fuerzas de Movilización Popular participaron en el cortejo fúnebre de los combatientes abatidos. Durante el mismo y en medio de fuertes medidas de seguridad, los congregados lograron atravesar los puestos de control de la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran la embajada e instituciones iraquíes, constataron periodistas de la agencia AFP.


La próxima confrontación entre EE.UU. e Irán podría darse en Irak

A continuación, los manifestantes organizaron una sentada frente a la legación diplomática y realizaron una oración en memoria de los combatientes, tras lo cual cruzaron la primera barrera del gigantesco complejo, altamente vigilado. Fue entonces cuando las fuerzas estadounidenses lanzaron granadas lacrimógenas y aturdidoras desde el interior del edificio.

Dos horas después de que empezara el asalto, el primer ministro iraquí, el dimisionario Adel Abdel Mahdi, instó a los manifestantes a alejarse del recinto y advirtió que "las fuerzas iraquíes prohibirán rigurosamente cualquier ataque a una representación diplomática".

Las fuerzas iraquíes prohibirán rigurosamente cualquier ataque a una representación diplomática, dijo el primer ministro iraquí

Antes de atacar la embajada, los manifestantes quemaron instalaciones de seguridad dentro del recinto, arrancaron cámaras de vigilancia, tiraron piedras contra las torretas de los guardias y cubrieron los cristales blindados de banderas de las Fuerzas de Movilización Popular y de las brigadas de Hezbolá. Algunos realizaron pintadas en las paredes, con lemas como "No a Estados Unidos" o "Cerrado por orden de las brigadas de resistencia".

Estados Unidos llevó a cabo los bombardeos en respuesta a la muerte, el viernes 27 de diciembre, de un contratista estadounidense en el undécimo ataque con cohetes en dos meses contra instalaciones estadounidenses en Irak. Aunque el ataque no fue reivindicado, Washington lo imputó a las brigadas de Hezbolá.

El bombardeo de Washington atizó el sentimiento antiestadounidense entre los simpatizantes pro-Irán en Irak, un país sacudido desde el 1 de octubre por una revuelta popular contra el gobierno iraquí, acusado de corrupto e incompetente, y contra Irán, cada vez más influyente en el país.

Las fuerzas de EE.UU. que invadieron Irak en 2003 y derrocaron al dictador Sadam Husein, se retiraron del país en 2011. Sin embargo, en 2014 regresaron en el marco de la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). En la actualidad, hay 5.200 soldados estadounidenses en territorio iraquí.

El conflicto entre los Estados Unidos e Irán llegó a un punto crítico

En los tres años de guerra contra el grupo EI, los estadounidenses combatieron junto a los milicianos de las Fuerzas de Movilización Popular. Pero, ahora, fuentes norteamericanas aseguran que suponen una amenaza para Estados Unidos aún más importante que el grupo terrorista

Washington acusó a Irak de no haber sabido "proteger" a sus soldados y diplomáticos.  Por su parte, el ejecutivo iraquí replicó que "las fuerzas estadounidenses actuaron en función de sus prioridades políticas y no de las de los iraquíes".

Trump afirmó que espera que se cuide la integridad de la embajada estadounidense en Bagdad. "Esperamos que Irak use sus fuerzas para proteger la embajada. Ya han sido informados!", escribió en Twitter, acusando a Irán de estar detrás de la iniciativa. El mandatario también acusó a Irán de "orquestar" el asalto contra la legación estadounidense en la capital iraquí. "Serán considerados completamente responsables", agregó.

Con todo, el primer ministro iraquí admitió que el Pentágono le había advertido de los ataques antes de que se produjeran y que el gobierno "intentó avisar a los comandantes", al parecer, en vano. Ahora, Bagdad teme que sus dos aliados (y enemigos acérrimos entre sí), Estados Unidos e Irán, utilicen Irak como campo de batalla.

En el extranjero, Teherán y su aliado libanés, Hezbolá, dijeron que los bombardeos de Estados Unidos suponían un "apoyo al terrorismo". Mientras, los aliados de Washington en el Golfo denunciaron los ataques contra bases estadounidenses en Irak y señalaron que Irán y las facciones que colaboran con él son una "fuerza de desestabilización" contra la que cualquier país "tiene derecho a defenderse".

B.D.N./FeL