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tragica negligencia

Bangladesh: temen que haya mil muertos por el derrumbe

Buscan a 800 desaparecidos bajo el edificio que se desplomó el miércoles. Detuvieron a funcionarios por no controlar la obra.

Catástrofe. Los socorristas siguieron ayer las tareas en el sitio donde había varios talleres textiles.
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Los rescatistas que trabajan sobre los escombros del edificio que se derrumbó el miércoles en Dacca, Bangladesh, temían ayer que las víctimas mortales ascendieran a casi mil. Las autoridades publicaron una lista de 761 personas desaparecidas que se suman a los 348 muertos ya confirmados. La policía detuvo a varias personas señaladas como responsables de la tragedia, entre ellas, funcionarios que aprobaron la seguridad de la construcción, dueños de los talleres textiles que funcionaban en el lugar y parientes del prófugo dueño del edificio.

Los equipos de rescate ya salvaron a casi 2.500 personas entre los restos, pero se teme que en las próximas horas el saldo mortal crezca. Los socorristas seguían trabajando en el sitio sin utilizar máquinas pesadas ya que, a pesar de que se superaron las 72 horas consideradas como tiempo límite para encontrar supervivientes, se cree que aún hay gente con vida entre las ruinas. Ese fue el caso de una mujer que dio a luz mientras estaba atrapada entre placas de hormigón.

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El dueño del edificio Rana Plaza, Sohel Rana –miembro de la rama juvenil de la Liga Awami, el partido gobernante en Bangladesh–, se encuentra prófugo y está acusado de haber utilizado sus contactos políticos para obtener el permiso para construir en terreno público. Fueron detenidos la esposa de Rana, Mitu Akter, y su primo, Jahangir Hossain.

Entre los arrestados también se encuentran dos ingenieros municipales que habían dado garantías de la seguridad de la construcción apenas un día antes del derrumbe. La policía también detuvo a tres de los dueños de las fábricas textiles que trabajaban en el edificio.

En el Rana Plaza funcionaban un centro comercial, un banco privado y cinco empresas de ropa con alrededor de tres mil empleados distribuidos en ocho plantas. Antes de la tragedia, los trabajadores del edificio habían sido obligados a regresar a sus puestos de trabajo, bajo amenaza de que no se les pagaría el sueldo, pese a que la policía había recomendado a los propietarios que evacuaran el lugar ya que se habían descubierto grietas en la construcción el día anterior.

El desastre vuelve a poner de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de talleres textiles en el país asiático, que abastecen a multinacionales occidentales. Bangladesh es el país con costos más baratos de producción en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo, incluso China, están trasladando parte de su producción allí.

Según datos de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Textil de Bangladesh, en los últimos quince años hubo unos 600 muertos y 3 mil heridos en accidentes ocurridos en fábricas textiles en el país. Miles de trabajadores canalizaron ayer su furia por lo sucedido con una manifestación en la plaza principal de Dacca, que terminó con cincuenta heridos luego de la represión policial.