Steve Bannon es un personaje bastante desconocido en Argentina pero que logró lo que muy pocos pudieron en los últimos años: aunar bajo su ala a los partidos de extrema derecha a nivel mundial. El ex Jefe de Campaña y asesor de Donald Trump conduce una agrupación con presunciones de convertirse en una especie de internacional de la nueva derecha mundial: The Movement. Si bien, El Movimiento, que tiene su sede principal en Bruselas, parecía centrarse especialmente en Europa, ya ha comenzado a echar raíces en América Latina a través de Brasil.
Con su medio de “derecha alternativa” o “alt right” Breitbart, comenzó a cimentar la candidatura de Donald Trump a partir de teorías conspirativas extrañas, despotriques contra la clase dirigente de Washington, contra Sillicon Valley y la inmigración. Todo lo que huela a progresista se convirtió en enemigo de estos sectores. En piruetas discursivas delirantes, podían entrar en la misma canasta los integrantes de la comunidad LGBTIQ+, los inmigrantes latinos, los extremistas islámicos y los políticos liberales del Partido Demócrata.
Ideológicamente, “El Movimiento” de Bannon presenta un rechazo absolutamente visceral a todo lo que huela a progresismo y a lo que la extrema derecha considera “marxismo cultural”. Su eje en la región no es tanto la problemática de la inmigración como sucede en Europa, sino más bien todo lo que tenga que ver con lo que la derecha denomina “ideología de género”: el movimiento feminista y las disidencias sexuales. Centran gran parte de sus ataques contra la comunidad LGBTIQ+.
En diciembre de 2018, se llevó a cabo en Foz de Iguazú una cumbre internacional de estos sectores conservadores. Fue organizada por Eduardo Bolsonaro, representante de The Movement en la región. Al momento de referirse a su doctrina, el diputado oficialista brasileño Fernando Francischini, la definió: “liberal en la economía, conservador en las costumbres, y poner a la familia por encima de todo”. Esto, también, diferencia a la versión latinoamericana de la europea, ya que extremistas como Marine Le Pen, Matteo Salvini o Viktor Orban se reivindican proteccionistas en lo económico.
Actualmente, han logrado tener aún mayor inserción en los países tanto latinoamericanos como europeos a partir de su férrea oposición a las políticas de aislamiento para combatir el Covid-19. Con un discurso de supuesta defensa de las libertades individuales, que mezcla elementos conspiracionistas, ataques contra el magnate húngaro George Soros e incluso grupos anti vacunas, este tipo de ideas están alcanzando una visibilidad inédita gracias a los medios masivos de comunicación. Anteriormente, se limitaban a una actividad subterránea especialmente en las redes sociales o en oscuros foros de internet como 4Chan.
El ex director de Breitbart News es uno de los personajes claves en expandir esta clase de teorías a lo largo y ancho del globo. El 20 de agosto pasado fue detenido por presuntas irregularidades en la campaña We build the wall, creada en diciembre de 2018, para construir el muro en la frontera de Estados Unidos con México. Se lo acusa de desviar fondos por más de 25 millones de dólares provenientes de cientos de miles de donantes que finalmente jamás se usaron con ese fin. Estará por verse qué sucederá con la situación judicial particular de Steve Bannon. Lo cierto es que sus ideas y su “movimiento”, por ahora, gozan de cada vez mejor salud tanto en el mundo como en América Latina.
*Magíster en Relaciones Internacionales. Autor del libro Una globalización antiglobalista.