INTERNACIONAL

Berlusconi se llevó un jarrón chino y una espada de la sede de gobierno

El ex primer ministro italiano vació los cajones del palacio presidencial. Tranquilidad económica garantizada por su fortuna. Incertidumbre judicial.

Buena suerte y hasta luego. Berlusconi recogió sus cosas y se retiró de la casa de gobierno, ante la mirada atenta de Mario Monti.
| AFP

El ex jefe de Gobierno italiano Silvio Berlusconi retiró este martes sus efectos personales de su oficina en el palacio presidencial, Palacio Chigi. Entre ellos, un jarrón chino, una espada de Kazajistán y tres fotos, indicó el diario local La Repubblica.

El precioso jarrón, de la dinastía Ming, fue un regalo de una delegación oficial china, mientras la espada le fue donada personalmente por el presidente de Kazajistán, Noursoultan Nazarbaïev. Al recibir el jarrón, Berlusconi se divirtió en fingir que se estaba por caer, lo que sorprendió no gratamente a sus interlocutores, cita la agencia AFP.

Berlusconi comentó entonces que las flores de la decoración "eran muy bellas, pero que la próxima vez prefería que estuviera adornado con escenas del Kamasutra", ignorando por completo que el célebre texto es de origen hindú y que nada tiene que ver con China.

Asimismo, las tres fotografías que se llevó son aquellas que lo retratan con los dos últimos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI y con el ex presidente estadounidense, George Bush, a quien considera un verdadero amigo.

Según la revista Forbes, Silvio Berlusconi se convirtió en 2011 -y a pesar de la crisis económica italiana- en el tercer hombre más rico de Italia, hecho que lo ubicó en el puesto Nº 118 del ranking mundial. Sus activos, declarados, se estiman en 7,8 millones de dólares.

Berlusconi es propietario del club de fútbol AC Milan, del holding de medios Mediaset (con decenas de canales de televisión en España, Francia e Italia), del grupo financiero Fininvest, de la editorial Mondadori (en donde actualmente su hija Marina es la directora), Blockbuster y demás empresas relaciones con medios impresos e internet.

Si bien sus megaempresas y sus millones de dólares y euros le permitirán pasar una relajada jubilación, no todo es calma en los meses venideros. Debe enfrentar varias causas judiciales, tres de las cuales podrían condenarlo a fuertes penas. El único aliciente para Il Cavalieri es que su avanzada edad, 75 años, le permita obtener el beneficio de la prisión domiciliaria. La Justicia italiana debe resolver el caso "Mills" (presunto soborno a su abogado para que diera falso testimonio), "Mediaset", (presunta evasión fiscal), y el más reciente "Rubygate", en donde se lo acusa de haber mantenido relaciones sexuales con una acompañante de 17 años en las famosos fiestas "bunga bunga".

Silvio Berlusconi renunció oficialmente el sábado pasado en medio de los abucheos de la muchedumbre, que festejó su salida, exigida por los mercados y la Unión Europea frente a la inercia con la que manejó la crisis económica. Il Cavalieri seguirá, mientras tanto, manejando las riendas de su partido "Popolo della Libertà" el cual, según fuentes del bloque, "no dejará respiro al Gobierno de (Mario) Monti".