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Biden celebra el aumento del empleo y pelea con los republicanos por la deuda

El gobierno dice que, si el Congreso no aprueba elevar el techo de la deuda, que en enero alcanzó su límite autorizado de US$ 31,4 billones, la administración federal se quedará sin fondos para funcionar. El presidente rechaza los drásticos recortes a los programas sociales, claves de su gestión que la oposición republicana, que domina la Cámara de Representantes, le pide a cambio de aprobar la extensión. El mercado laboral le da buenas noticias al demócrata.

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Selfie. El presidente visitó ayer una taquería atendida por latinos en la ciudad de Washington. En abril se crearon 253 mil empleos. | AFP

El presidente Joe Biden acusó otra vez a los republicanos ayer de tomar a la economía estadounidense como “rehén” al condicionar el aumento del techo de la deuda a un recorte “draconiano” del gasto público.

Biden afirmó que les diría a los líderes del Congreso cuando se reúnan el martes, que deben hacer “lo que todos los demás Congresos han hecho: aprobar (el incremento de) el límite de la deuda... evitar el default”.

Los congresistas republicanos insisten en que Biden acepte importantes recortes presupuestarios antes de votar a favor de aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos, indispensable para que el gobierno pueda pedir prestado más dinero. 

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El gobierno de Biden afirma que los fondos se agotarán el 1° de junio de no mediar un voto positivo en el Congreso. 

“Están tratando de mantener la deuda como rehén para (conseguir) que aceptemos algunos recortes draconianos”, consideró Biden en una reunión sobre economía en la Casa Blanca. 

El presidente hizo hincapié en que está dispuesto a debatir sobre las reducciones presupuestarias, pero siempre que la negociación no se vincule al límite de la deuda. 

“Podemos debatir dónde recortar, cuánto gastar (...) pero no bajo la amenaza de default”, recalcó. 

“Estamos preparados para ese debate”, dijo, pero “lo último que necesita este país, después de todo lo que hemos pasado, es una crisis fabricada, y eso es lo que es: una crisis fabricada de principio a fin”. 

Aunque Estados Unidos alcanzó en enero su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, el Tesoro tomó medidas extraordinarias que le permiten seguir financiando las actividades del gobierno.

Si el tope de la deuda no es elevado o suspendido por el Congreso, el gobierno corre el riesgo de incumplir sus obligaciones de pago, una situación inédita con profundas implicaciones para la economía estadounidense y mundial.

Mercado laboral. En medio de la disputa por el techo de la deuda, Biden recibió ayer una buena noticia: el mercado laboral de Estados Unidos repuntó inesperadamente en abril, con creaciones de empleo en alza y una tasa de desempleo en descenso. En abril se crearon 253 mil puestos, anunció el Departamento de Trabajo el viernes, en comparación con los 165 mil de marzo, una cifra que se revisó a la baja. La tasa de desempleo volvió a descender hasta el histórico mínimo de 3,4% (-0,1 puntos). Los analistas esperaban que se crearan 180 mil puestos de trabajo y una tasa de paro del 3,6%, según varias estimaciones. 

Una caída del empleo y un aumento del desempleo permitirían bajar las presiones inflacionarias por el lado de la demanda proveniente de los salarios. El alza de precios, todavía muy fuerte, se vio alimentada por el importante crecimiento de los salarios originada en la falta de mano de obra en Estados Unidos. La creación de empleo en el sector privado, publicada el miércoles, ya había marcado la pauta, desafiando las previsiones, con 296 mil puestos de trabajo creados frente a los 142 mil del mes anterior, según la encuesta mensual ADP/Stanford Lab.

En el informe de ayer los salarios tendieron a mostrar que la euforia del período inmediatamente posterior a la pandemia de covid-19 parece haber terminado: +6,7% en un año para las personas que permanecieron en el mismo trabajo, frente al 6,9% en marzo, y +13,2% para quienes cambiaron de trabajo, frente al 14,2%. 

De hecho, los salarios se dispararon en Estados Unidos desde 2020, por una importante falta de mano de obra. Esto contribuyó al repunte de la inflación.

Biden saludó las cifras en un tuit: “Mi programa para invertir en Estados Unidos funciona”, sostuvo.

Más empleos que trabajadores. La Reserva Federal (Fed, Banco Central) está en primera línea de la lucha contra la elevada inflación. Su objetivo es poner fin al recalentamiento de la economía, que provocó una subida de precios que no se veía desde hace 40 años.

Para ello, lleva un año subiendo los tasas de interés. Esto hace a su vez que los bancos suban las tasas de los préstamos que ofrecen a hogares y empresas, para lastrar el consumo y la inversión y frenar la escalada de precios. El miércoles, volvió a subir por décima vez consecutiva las tasas de interés de referencia.

“Estamos viendo algunas pruebas de relajación de las condiciones del mercado laboral”, dijo entonces el presidente de la Fed, Jerome Powell, “pero en general, la tasa de desempleo es la más baja en 50 años. “La demanda de mano de obra aún supera con creces la oferta de trabajadores disponibles”, comentó también.

A finales de marzo, todavía había casi 9,6 millones de puestos vacantes, según la encuesta Jolts del Departamento de Trabajo publicada el martes. Aunque hay un descenso constante, el nivel aún es muy alto. Sin embargo, dado que la actividad económica se desacelera bajo la presión de las subidas de tasas, no se puede descartar una recesión, que conduciría a un mayor desempleo. 

El presidente de la Fed, en tanto, cree que es posible evitarla. Y si hay una recesión podría ser leve, con un aumento del desempleo “más bajo de lo que ha sido habitual en las recesiones de la era moderna”.