Birmania: dispersan a los tiros una manifestación budista
Las tropas
dispararon tiros al aire a una multitud que reclama por décimo día en Myanmar.
Hubo al menos 100 detenidos. Ayer,
murieron por la violenta represión ocho personas, entre ellas cinco monjes.
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AFP
Rangún - Decenas de miles de monjes y civiles fueron dispersados hoy con tiros al aire y advertencias de "acciones extremas" cuando protestaban por décimo día en el centro de la mayor ciudad de Myamnar en desafío a una represión lanzada ayer por la Junta militar del país del sudeste asiático.
Poco después, por lo menos 100 personas habían sido detenidas y obligadas a subir a camiones militares, mientras los otros manifestantes huían corriendo por las calles del centro, explicaron los testigos.
"Les damos 10 minutos. Si no se van, emplearemos medidas extremas", gritaron los soldados a través de megáfonos.
La violenta acción militar dejó hoy un número desconocido de víctimas, entre ellas dos ciudadanos extranjeros, al parecer fotógrafos periodistas que fueron disparados cerca de la pagoda Sule, informó la agencia Kyodo.
Según la agencia japonesa, una de las víctimas era un fotógrafo japonés.
Una inmensa multitud se había reunido de nuevo hoy en torno a la pagoda Sule, sin dejarse intimidar por la violenta represión de ayer, cuando la policía y los soldados utilizaron disparos al aire, cargas con porras y gases lacrimógenos para sofocar las protestas.
Principalmente jóvenes y estudiantes, acompañados por unos 20 monjes budistas, cantaron el himno nacional birmano mientras encaraban a decenas de policías y soldados armados que les impedían el paso, afirmaron los testigos.
"El General Aung San nunca habría ordenado al ejército que matase al pueblo", gritaron, en referencia al difunto héroe de la independencia birmana y padre de la líder pro democrática y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
La multitud también cantó: "Que se nos evite el peligro, que se nos evite la pobreza, que nuestros corazones y nuestros espíritus estén en paz". Según los testigos, por lo menos dos personas resultaron heridas cuando una multitud huía por las calles del centro de la ciudad.
La mayor parte de comercios y oficinas cerraron sus puertas por temor a nuevos episodios de violencia como los de la víspera.
Ayer, murieron por la violenta represión militar al menos ocho personas, entre ellas cinco monjes.
