Uno de los principales opositores al presidente socialista Evo Morales, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, volvió a mostrarse hoy intransigente con la necesidad de que su departamento –el más poderoso económicamente en Bolivia– alcance su propia autonomía.
Esta rica región agrícola y gasífera –al igual que la sureña Tarija y las norteñas Beni y Pando–, se opone fuertemente a las reformas que plantea el mandatario aymará y forma parte de la llamada Media Luna opositora a Evo. Por su parte, el gobernador Costas lidera desde hace cinco años una lucha para que Santa Cruz pueda obtener su régimen autónomo y le brinde así una mayor independencia del gobierno central de La Paz.
Sin embargo, a sus cincuenta años, el empresario ganadero está acusado, según distintas versiones periodísticas, de querer matar a Morales. “¡Es una broma, una incoherencia. Nos hacen pasar por terroristas y conspiradores independentistas. Hacer un golpe de Estado en el siglo XXI es totalmente irracional!”, se disculpa Costas.
El funcionario, que está de gira en Camiri –una ciudad donde la mayor parte de sus pobladores trabaja en el petróleo y queda a cuatrocientos kilómetros al sur de Santa Cruz– afirmó: “Fue mi hijo de nueve años que me dijo cuando yo volvía a casa: ‘Papá los medios dicen que quieres matar al presidente’”.
“Fuimos al Palacio a pedir una explicación, y el presidente fue claro, me aseguró que en ningún momento se había referido a mi persona”, pero que en ese momento los servicios de Inteligencia habían detectado “movimientos de desestabilización”.
En ese sentido, el primer gobernador elegido en Santa Cruz –en diciembre de 2005– asegura rechazar “las posiciones fundamentalistas tanto de la izquierda obsoleta como de la derecha intransigente, que buscan una confrontación entre bolivianos”.
Costas hace reproches a la reforma agraria que proponen las autoridades bolivianas porque “ellos quieren por razones electorales” redistribuir especialmente “tierras protegidas como los parques nacionales y las reservas forestales”.
Con relación a la Asamblea Constituyente que pretende refundar Bolivia, el funcionario sostuvo que es muy crítico sobre el sistema de voto impuesto en el cónclave. “Nosotros no aceptamos la mayoría simple (que impuso el oficialismo); sin los dos tercios no habrá consenso”, sugirió Costas.