Miles de personas, en su mayoría jóvenes vestidos de negro, marcharon contra la corrupción en Brasilia, en una protesta paralela al desfile militar de aniversario de la independencia, que encabezó por primera vez la mandataria Dilma Rousseff.
La marcha, la primera de una serie de iniciativas convocadas a través de las redes sociales, se llevó a cabo de manera simultánea con los actos oficiales, sin que se produjeran disturbios con las autoridades, indicó la agencia AFP. La Policía Militar del Distrito Federal calculó en cerca de 25.000 los manifestantes, según la Agencia Brasil (estatal). En San Pablo y otras ciudades del país, también hubo protestas pacíficas.
Los jóvenes, que caminaron por varias manzanas hasta llegar a la sede del Congreso, asumieron la portavocía de una protesta poco usual en la capital, tras los escándalos de corrupción que forzaron la salida de tres ministros en dos meses y que también salpicaron al Poder Legislativo. "Allá están felices celebrando la independencia, pero nosotros queremos liberarnos ahora de la corrupción", dijo Flavia Rocha, una estudiante de maestría en Comunicación de 29 años.
Los manifestantes se movilizaron vestidos de negro y con carteles alusivos al caso de la diputada Jacqueline Roriz, detonante de las protestas anticorrupción, que coinciden con un momento de esplendor económico del gigante sudamericano. Roriz, de un partido de oposición, fue absuelta por la Cámara de Diputados en un proceso para revocar su mandato. La dirigente se enfrentaba a la destitución, debido a un vídeo que la muestra recibiendo, en 2006, dinero de un político acusado de corrupción.
"La Patria amada está de luto", "la corrupción es el cáncer de Brasil", "Dilma haga la ‘faxina’ (limpieza)", rezaban los carteles que portaban los jóvenes.
Uno de los asistentes a la marcha, Murilho Carvalho, de 23 años y estudiante de Ciencias Políticas, se disfrazó con un traje adornado con imitaciones de billetes y un gran cartel que decía: "Yo vivo para robar". "Aquí en Brasil hay gente que roba para vivir, pero estos políticos viven para robar. La inmunidad parlamentaria debe acabar ya, deben devolver el dinero público", explicó Carvalho. A su llegada al Congreso, un grupo de manifestantes hizo una simulación de limpieza con escobas y baldes.
Rousseff, en el poder desde enero y la primera mujer en ocupar la presidencia de Brasil, renovó su compromiso "permanente e inquebrantable" contra la corrupción, en un discurso a la nación el martes con motivo del 189º aniversario de la independencia.
"Apoyamos cualquier acto contra la corrupción, venga de donde venga, sólo esperamos que el gobierno de Dilma haga la limpieza que los brasileños esperan", comentó Carvalho.