Las periodistas brasileñas celebrarán el Día de la Mujer en un clima de hostilidad impulsado por el propio presidente, Jair Bolsonaro, y sus seguidores, que han acusado en las últimas semanas a dos de ellas de intercambiar favores sexuales a cambio de primicias.
Bolsonaro, que en el pasado se ha referido a la prensa como “sucia”, “asquerosa”, o “inmoral”, parece haber encontrado un blanco específico: las mujeres periodistas.
Semanas atrás, furioso ante artículos escritos por ellas, Bolsonaro acusó a Patrícia Campos Mello, de Folha de São Paulo, y a Vera Magalhaes, de Estado de São Paulo, de haber intercambiado favores sexuales por primicias.
Las palabras del presidente desataron en las redes sociales una campaña de odio de sus seguidores contra ambas periodistas.
Casos. Campos Mello publicó una investigación que sacó a la luz una organización que durante la campaña electoral de 2018 difundió noticias falsas sobre el Partido de los Trabajadores por WhatsApp.
Consultada por PERFIL, Campos Mello, quien en 2019 recibió el premio de Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés), indicó que “por determinación de sus abogados” no puede dar entrevistas.
Por su parte, Magalhaes fue “linchada virtualmente” por bolsonaristas, incluyendo diputados y ministros, tras revelar que el presidente había compartido en sus redes sociales un video convocando a una marcha el próximo 15 de marzo en apoyo a su gobierno y contra el Congreso y la Corte Suprema.
“El país observó, con incredulidad y asco, al máximo representante de la nación expresar todo su machismo, sexismo y misoginia contra periodistas”, afirmó la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj, por su sigla en portugués) en una nota oficial sobre el Día de la Mujer. “Rompiendo el decoro de su cargo, Jair Bolsonaro atacó a todas las mujeres trabajadoras, sobre todo a las periodistas”, agregó la entidad.
Según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicado en 2019, el 75% de las periodistas brasileñas han sido víctimas de alguna forma de acoso por su profesión.
Ataques presidenciales. De acuerdo con un estudio de la Fenaj, Bolsonaro fue responsable del 58% de los 208 ataques contra la prensa y los medios de comunicación registrados en Brasil en 2019. En ese sentido, el periodista y abogado uruguayo Edison Lanza, relator especial para la libertad de expresión de la CIDH, recuerda que “las autoridades públicas tienen obligaciones específicas que no tienen los particulares”.
“Desde el gobierno se quiere instalar una narrativa única en la cual, según el presidente, la prensa es un obstáculo, y vemos eso con el caso de Campos Mello”, dijo Lanza a PERFIL, que denunció “el ataque y el intento de socavar, desprestigiar y estigmatizar a través de un discurso promovido por altas autoridades del presidente, pasando por legisladores del oficialismo e incluso ministros, que desprecian a la prensa y su rol como instrumento de control democrático del gobierno”.
Problema cultural. En contra de la tendencia mundial, en Brasil ha aumentado el número de brasileños que, como Bolsonaro, desprecian a la prensa. Un estudio del Pew Research Center indicó que desde 2015 cayó un 11% el número de ciudadanos que apoyan la libertad de prensa, que ahora son el 60 por ciento.
Una periodista brasileña que en el pasado recibió ataques de un funcionario del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, indicó a PERFIL que aunque se ha visto una escalada en la violencia contra periodistas mujeres durante el gobierno Bolsonaro, este es un problema que “tiene que ver con la cultura brasileña”.
“Bolsonaro ataca a las mujeres porque no acepta su protagonismo o que hagan preguntas que lo desafíen”, dijo la periodista. “Pero esto refleja lo que piensa Brasil, un país que se resiste al empoderamiento de la mujer. A pesar de eso tenemos que seguir adelante”.
Sindicatos de periodistas de distintas ciudades brasileñas han convocado protestas contra las actitudes del presidente para el 18 de marzo.
En 2019, Brasil cayó tres posiciones en el índice mundial de la libertad de prensa compilado por Reporteros Sin Fronteras, ocupando ahora la posición 105ª de 179. Argentina ocupa la posición 57ª.
