Ana Julia Quezada, la única acusada por la muerte del pequeño Gabriel Cruz, confesó este martes ante la Justicia española que lo mató "para defenderse". La mujer, que está presa desde el domingo cuando fue detenida con el cadáver del nene en el baúl de su auto, declaró que el día de su desaparición, "el niño se subió voluntariamente en su coche con ella" y cuando estaban en una finca familiar a cuatro kilómetros de la casa de su abuela, donde Gabriel fue visto por última vez, "el niño se enfadó y la agredió y que ella lo mató para defenderse".
Tras esta confesión, un juzgado de la ciudad de Burgos reabrió la investigación por la muerte de la hija mayor de Ana Julia que falleció en 1996, a los cuatro años, tras caerse de un séptimo piso.
Según recontruyó el portal español ABC, en ese momento Ana Julia tenía 22 años y vivía con otra pareja, que fue quien encontró el cadáver de la niña en el patio interior del primer piso del edificio donde vivían. De acuerdo a lo que declaró en la Justicia, su hija habría caído por una ventana de doble hoja que estaba abierta. Ahora intentarán determinar si esa versión es cierta.
Muerte de Gabriel. La autopsia del pequeño que se conoció el lunes aseguró que murió estrangulado el mismo día que desapareció. Después de doce días de búsqueda su cuerpo fue encontrado en el baúl del auto de Ana Julia, cuando acababa de sacarlo de un depósito de agua de una finca familiar en Rodalquilar y pretendía llevarlo a la casa de Puebla de Vícar, donde vivía con Ángel Cruz, el padre del niño. Allí fue interceptada por los investigadores que le seguían los pasos desde hacía días como principal sospechosa.
La ropa del pequeño fue encontrada en un contenedor a 30 kilómetros de Las Horichuelas, donde desapareció Gabriel. Presumiblemente la ahora autora confesa de la muerte del menor la habría arrojado allí.
Este martes los agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil comenzaron a excavar en el lugar donde Ana Julia mantuvo oculto el cuerpo del niño. Los agentes pudieron ver el domingo como sacaba el cuerpo del niño de una depósito de agua envuelto y lo metía en el auto. La grabaron y fotografiaron y esperaron a que llegase a su destino para descartar la implicación de algún cómplice, aunque por el momento sospechan que trabajó sola, publicó El País.