A un día de las elecciones cruciales que pueden determinar un antes y un después para el gobierno de Hugo Chávez , es imposible no cruzarse con el líder bolivariano, o escucharlo, o verlo. En las últimas semanas, el mandatario se multiplicó en todos los canales de difusión del país, sin exceptuar la Web, a la caza del voto parlamentario que le permita conservar el poder legislativo de su lado, después de cinco años en los que gobernó con plena hegemonía en la Asamblea Nacional. Sueño o pesadilla, según la camiseta partidaria que se vista en Venezuela.
“Pido que todos creamos en la Constitución, respetemos todos las leyes, esperemos en la noche los resultados, ustedes saben que eso ahora está blindado. Aquí nadie puede decir, a menos que sea un irresponsable que hay un fraude montado”, manifestó el líder bolivariano. Sus palabras resuenan en radios, Twitter y televisión, pero también en las calles, donde el propio mandatario se puso al frente de numerosos actos en Caracas y en el interior del país, casi uno por día durante las últimas semanas.
De hecho, pese a que levantó su habitual programa de los domingos, Aló presidente, donde dialoga directamente con sus seguidores durante cuatro horas semanales, como gesto de no injerencia en el proceso electoral, la oposición denunció que Chávez acaparó hasta 63 horas de pantalla en las últimas dos semanas, un promedio de casi cinco horas por día.
