Hace once días que la Argentina, como nunca antes, tiene la mirada puesta en Ghana. El país africano tiene retenida a la Fragata Libertad por una movida judicial de fondos buitres.
Para las instituciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial o la ONU, la República de Ghana es considerada como la estrella emergente de África.
Con una economía en crecimiento, una admirable estabilidad política, muy distinta a lo que se vive en resto de los países africanos, un aumento favorable en los índices sociosanitarios y el descubrimiento hace apenas unos años de petróleo fresco, lo convierten en un modelo a seguir en el resto del continente.
El país cuenta con 39.000 millones de dólares de PIB, pero aunque las cifras son impactantes, el 30 por ciento de su población vive bajo la línea de pobreza. Sin embargo, según sostienen los analistas internacionales, Ghana es candidata a reducir el nivel de pobreza en 2015.
Su economía está principalmente basada en la producción mundial de oro y cacao. En los últimos cinco años, la empresa británica Tullow Oil localizó una importantísima cantidad de petróleo en Ghana que hoy produce a un ritmo de 90.000 barriles diarios y que, aseguran, serán 220.000 en pocos años.
Política. Hace poco más de dos meses, el 25 de julio, murió a causa de un cáncer de laringe, el presidente John Atta Mills, quien había ganado las elecciones en el 2009 y debía terminar su mandato hasta diciembre de este año. En su lugar quedó su vice, John Dramani Mahama, quien fue elegido por su partido, el Congreso Nacional Democrático, para ser candidato a presidente para las próximas elecciones de diciembre.
Aunque el sistema electoral en Ghana es multipartidista, la reñida situación para las próximas elecciones está entre sólo dos: el oficialista, socialdemócrata Congreso Nacional Democrático, y la oposición, el partido conservador Nuevo Partido Patriota. El candidato opositor sustuvo, en algunas declaraciones recientes, que lo más importante es respetar la democracia y que no haya incidentes en las próximas elecciones.
Salud y educación. Según los índices de Unicef, Ghana avanzó mucho en lo que respecta a la salud infantil ya que las muertes de menores de 5 años se redujeron a la mitad entre 1993 y 2010. Lo mismo puede verse en las cifras de mujeres que mueren en partos, la mortalidad infantil y la pobreza. Además, la tasa de vacunación de menores de dos años es del 94%, un éxito en comparación con el resto del Continente.
Con respecto a la educación, hay un 92 por ciento de chicos que completan la primaria y la tasa de prevalencia de Sida, común en los países africanos, es del 1,5%. Sin embargo todavía se siguen registrando altos niveles de menores explotados laboralmente o por prostitución infantil y la esperanza de vida no alcanza los 60 años.
Relación con Argentina. Son pocos los registros que constan de encuentros bilaterales entre ambos países. En 2007 un buque de Ghana fue detenido en el mar argentino por pescar ilegalmente en la zona económica exclusiva, lo que provocó un gran malestar para la Prefectura Naval Argentina, ya que tuvieron que abordar el barco extranjero y detener a los tripulantes.
En 2009 el enfrentamiento fue a través del deporte, cuando en un amistoso la selección de fútbol Argentina le ganó por 2-0 al país africano en Córdoba.
El último registro político entre las dos naciones fue en 2010, en la la 65 Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, donde se reunieron el canciller Héctor Timerman con su par Muhammad Mumuni, donde principalmente hablaron de la importancia de plasmar los objetivos comunes de los países en desarrollo en las reuniones internacionales como el G-77 o el G-20.
