En Nordelta, en la provincia de Buenos Aires, los vecinos sufren la invasión de carpinchos en el exclusivísimo barrio cerrado. Una invasión similar, pero más sucia y peligrosa están padeciendo los ciudadanos de Roma, la capital de Italia. Allí se vieron obligados a convivir con decenas de miles de jabalíes que se acercaron a la zona urbana atraídos por la acumulación de basura de la zona. Esta problemática junto al mal funcionamiento del transporte público serán centrales para las próximas elecciones municipales que se celebran el domingo 3 y el lunes 4 de octubre.
Este movimiento de los animales al centro urbano generó situaciones impensadas, los mamíferos pasean por los parques, cruzan las avenidas en grupos y los conductores ya se habituaron a compartir el tránsito con ellos. Un jabalí fue más allá y decidió a meterse a nadar en la pileta de una casa y su propietario contó que fue difícil de sacar ya que estos especímenes pesan en promedio 150 kilos.
Elio Rosatti, secretario general de la ONG Cittadinanzattiva, explicó que "los jabalíes ya forman parte de la vida urbana, debido a la falta de una estructura adecuada para almacenar los residuos. El municipio debería elaborar un plan para construir un nuevo vertedero, pero los residuos acaban siendo enviados a otras regiones". El valor de esta obra se estima en 17 millones de euros.
Los principales candidatos de las elecciones municipales presentaron sus propuestas para resolver el tema de los basurales y disminuir así el flujo de jabalíes en la ciudad. La alcaldesa, Virginia Raggi, señaló que corresponde a las regiones y al Estado controlar la situación.
La capital italiana tiene 2,8 millones de habitantes y genera gran cantidad de residuos que, por el momento, se transforman en montañas en distintas partes de la ciudad. Esto también provoca la proliferación de ratas y cucarachas que se acercan por la basura de los restaurantes.
Fuente: RFI
RB cp