Los diarios británicos hablan este martes de la "profunda tristeza" de la reina Isabel II de Gran Bretaña, quien a sus 93 años recibió en una semana las noticias de dos divorcios de personas muy queridas de su familia. El primero en hacerlo fue su nieto mayor, Peter Phillips, quien la semana pasada anunció su separación de su esposa canadiense. El segundo, su sobrino David Armstrong-Jones, hijo de la legendaria princesa Margarita, dijo este lunes que se divorciará tras 26 años de matrimonio.
Phillips, el hijo de la princesa Ana, tiene 42 años y estaba casado desde hace 11 años con Autumn Kelly. La prensa británica dijo que la mujer, de 41 años, le pidió el divorcio a Peter dejándolo “absolutamente devastado” y a la reina “molesta” ante la decisión. “Peter pensó que estaba felizmente casado y que tenía la familia perfecta con dos hijas encantadoras. Pero ahora está en estado de shock total”, contó un conocido.
Personas cercanas a Peter Phillips dijeron que él “no vio venir el colapso de su matrimonio y se sorprendió por la solicitud de su esposa”. Según el diario The Sun, las fuentes también sugieren que la decisión del príncipe Harry y de Meghan Markle de renunciar a la familia real apresuró la decisión de Autumn y ahora “quiere regresar a su Canadá natal” con sus dos hijas, Savannah (9) e Isla (7), quienes tienen doble ciudadanía.
Conocedores de la familia real dijeron que Autumn es muy querida por la reina Isabel y que este divorcio deja la sensación de que la familia real se está “desmoronando”. “La ruptura del matrimonio de Autumn y Peter será particularmente dolorosa para la reina, que disfruta de una relación cercana con la esposa de su nieto”, dijo un periodista.
La familia real de Windsor no tardaría ni una semana en recibir otra noticia shockeante, la del divorcio “amistoso” de David, conde de Snowdon, y su esposa Lady Serena Snowdon. El conde, de 59 años, es el primer hijo de la fallecida princesa Margarita y del fotógrafo Tony Armstrong-Jones y, aunque es el nieto del rey Jorge VI y forma parte del círculo íntimo de la realeza, no tiene estatus de miembro de la casa real. Por ello, hizo su propia carrera profesional.
La "reina de hierro": Isabel II de Gran Bretaña cumplió 68 años de reinado
David, que heredó el título de Conde de Snowdon a la muerte de su padre en enero de 2017, es conocido como el "carpintero real" debido a su negocio de muebles de alta gama, “Linley”. Actualmente trabaja como presidente honorario de Europa, Medio Oriente, Rusia e India de los subastadores Christie's, puesto que alcanzó en 2015. Además, diseña mobiliario, produce accesorios británicos de lujo, escribe libros y concede conferencias sobre diseño de interiores.
Personas cercanas a Lord Snodwon dijeron que sus largas ausencias en el extranjero son la causa del divorcio de Lady Serena, hija de un riquísimo aristócrata. “Serena pasa la mayor parte de su tiempo en Gloucestershire y él vive en Kensington, así que fue una separación lenta. Creo que el impulso para la separación está con ella, pero está muy triste por eso”, dijo un conocido. “Todos están sorprendidos", agregó.
Las noticias de los divorcios de su nieto y su sobrino, dos personas muy amadas por Isabel II, agravaron la crisis personal que atraviesa la soberana, con una serie de escándalos que azotaron a la Casa de Windsor en menos de un año. Los dos anuncios llegaron semanas después de que el príncipe Harry y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, renunciaran a su estatus dentro de la casa real y se mudaran a Canadá, una decisión que sacudió de lleno a la monarquía.
También siguieron al escándalo provocado por el príncipe Andrés, segundo hijo de la reina, que tuvo que retirarse de la vida pública por sus controvertidos lazos con el financiero estadounidense, ya fallecido, Jeffrey Epstein, acusado de haber explotado sexualmente a menores durante años, y que se suicidó en prisión. El FBI acusó a Andrés de haber aportado “cero colaboración” en la investigación mientras las víctimas de Epstein lo acusan de conocer los secretos de su amigo.
Los sucesivos problemas que afronta la reina (que cumplió 68 años de reinado) remiten al año 1992, cuando el príncipe Carlos se separó escandalosamente de Diana Spencer y el castillo de Windsor sufrió un devastador incendio con pérdidas multimillonarias. Sumados a los divorcios de la princesa Ana (única hija de la reina) y del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, Isabel II reconoció públicamente que 1992 fue un “annus horribilis”.