INTERNACIONAL

Confirman que Máxima y Guillermo evadieron impuestos para construir una mansión

Un diario holandés reveló operaciones financieras en "paraísos fiscales" y el Parlamento criticó a la familia real. El escándalo.

La princesa de Holanda, Máxima Zorreguieta, junto al Príncipe Alejandro y sus hijos.
| Cedoc

El príncipe Guillermo-Alejandro de Holanda, y su esposa la princesa Máxima habrían realizado transacciones financieras en algunos “paraísos fiscales” para evadir impuestos en la construcción de una mansión. Los sucesos fueron mantenidos en completo secreto por el Parlamento, y confirmados ahora por el servicio de información del Estado, luego de que el diario De Volkskrant la publicara en exclusiva.

El año pasado, los príncipes hicieron construir una residencia en Machangulo, en el sur de Mozambique, a orillas del Océano Índico. El proyecto resultó polémico desde el principio, ya que estaba demasiado lejos de Holanda, demandaría enormes gastos de seguridad y se realizaría en plena crisis financiera.

“Entre bastidores estalló la conmoción el año pasado sobre pagos del príncipe Guillermo-Alejandro y la princesa Máxima en un «paraíso fiscal»”, dice el titular principal de la portada de De Volkskrant. La información está firmada por dos redactores Jan Hoedeman y Remco Meijer, quienes supuestamente tuvieron acceso a la información, hasta ahora desconocida, y que todavía debe ser contrastada y confirmada oficialmente.

Según los redactores, para la construcción, los príncipes habrían realizado transacciones financieras en distintos “paraísos fiscales”. El servicio oficial de prensa de la Casa Real (RVD) confirmó que “la princesa Máxima y el príncipe Guillermo-Alejandro compraron su casa de vacaciones en Mozambique a través de pagos de facturas en diversos países”, entre ellos el “paraíso fiscal” de Jersey, dice De Volkskrant.

Dado que Jersey basa su economía en la exención de impuestos, la transacción acabó enfrentando al antiguo primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, con el Parlamento. Por decisión de Balkenende, la información, que conocían miembros del Parlamento holandés, quedó en secreto.

Encargado de gestionar los asuntos reales, el mandatario solo alertó de los pagos de Mozambique a la Comisión Secreta del Congreso, reservada para la información confidencial del Estado. Sin buscarlo, con ello dio la errónea sensación de que los príncipes de Orange habían abonado toda la casa a través de paraísos fiscales.

El Parlamento cuestionó “la moral de los Orange a la hora de manejar su dinero”, y surgieron más voces críticas. No obstante, según un comunicado del RVD citado por el diario, el príncipe y la princesa “no cometieron delito alguno fiscal o financiero debido al método de pago empleado. Respetaron todas las normas y reglas internacionales”.

Para evitar nuevos roces, el actual primer ministro liberal, Mark Rutte, salió al paso de las revelaciones: “Es lamentable que se haya publicado una información secreta”.

*Especial para Perfil.com.