Caracas - La ex congresista Consuelo González dedicará su energía a "encontrar las formas de vincular al pueblo colombiano a la búsqueda del intercambio humanitario", según declaró ayer en su primera conferencia de prensa después de su liberación en Colombia por las FARC.
Indicó que el presidente colombiano, Alvaro Uribe, la llamó el jueves por teléfono y acordaron reunirse no bien regrese a Colombia este domingo. Al mismo tiempo, indicó que el presidente venezolano "(Hugo) Chávez ha jugado un papel muy importante en el logro de este gesto humanitario" y se declaró partidaria de que siga contribuyendo a la paz en Colombia.
Tras seis años y cuatro meses de cautiverio, González, flanqueada por sus dos hijas, aseguró haber asumido "un compromiso ineludible de seguir adelante invirtiendo toda la energía y acciones que sean posibles para dar el intercambio humanitario" de más de 40 rehenes por 500 guerrilleros presos al que aspiran desde hace cinco años las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "Son 43 personas, recluidas en la selva, en medio de las más grandes dificultades con la esperanza de que Colombia y el resto de los países demócratas les permitan volver a la libertad", afirmó la ex parlamentaria colombiana.
Dijo que ella no fue torturada físicamente, pero que "el solo hecho de privarlo a uno de su libertad contra su voluntad, aislarlo de su familia, del mundo, es de por sí, de todo punto de vista, censurable y puede ser considerado como una especie de tortura". "Tortura física no tuve que enfrentar ni fui encadenada", añadió. Pero "nos afectaba terriblemente ver a nuestros compañeros encadenados, amarrados a un palo en el momento de dormir".
Dijo que los ocho rehenes hombres que quedaron en su campamento "están en condiciones desgastadas de salud".
González insistió en que la solución del conflicto colombiano debe ser negociada. "Se nos ha demostrado hasta la saciedad en 40 años que con situaciones de enfrentamiento no se logra la paz", declaró la ex congresista. Interrogada sobre la propuesta formulada ayer por Chávez de darle estatuto de beligerantes a las FARC y al ELN dijo que no oyó su intervención, pero que "cualquier acción que permita avanzar en la búsqueda de la paz y del intercambo humanitario es válida". "Las FARC la mayoría de las veces son violentas, son duras, pero es tan grave el conflicto colombiano que cualquier acción que nos permita superarlo es bienvenida", añadió.
Indicó que se requerirá de "mucho esfuerzo, respetando la posición del presidente Uribe, que lo anima el mejor de los propósitos por la paz en Colombia". "Las FARC como tal, como organización insurrecta al margen de la ley, han planteado a través de sus documentos muchas reformas de orden social y estoy segura que si esas reformas se empezaran a hacer, se empezaran a debatir, las FARC perderían su razón de ser porque tendría la oportunidad que el Estado acogiera y considerara las reformas que quisieran hacer", concluyó.
Fuente: AFP