INTERNACIONAL
En Saint Louis

Después de 61 años casados, dos estadounidenses murieron de coronavirus con una hora de diferencia

Bill Olwig, de 85 años y Patricia Olwig de 83, fueron despedidos por sus siete hijos, 20 nietos y ocho bisnietos a través de una videollamada.

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Bill Olwig e Patricia Olwig tiveram os aparelhos desligados no dia 1º de maio | O Globo

Una pareja de Missouri que había estado unida por 61 años murió de covid-19 con menos de una hora de diferencia, en Saint Louis, Estados Unidos. Según informó el sitio web de St Louis Post-Dispatch, Bill Olwig, de 85 años y Patricia Olwig, de 83, se resfriaron al mismo tiempo hace unas semanas.

La pareja se casó en mayo de 1959 y disfrutaron de casi 61 años de matrimonio mientras criaban a siete hijos: tuvieron seis niños, Bill, Joe, Bob, Tom, Mark y Pat, y una niña, Rose.

Debido a su edad y con algunos antecedentes con problemas de salud, ambos estaban dentro del grupo de riesgo. Cuando dieron positivo ambos necesitaron ventilación mecánica en el Progress West Hospital en O'Fallon.

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"Estábamos preocupados, pero pensamos, 'bueno, tal vez esto sea solo su resfriado estacional'", dijo su hija Rose. Su padre llamó y recibió antibióticos de su médico para comenzar, ya que otros en Delmar Gardens también se estaban enfermando. Luego, las temperaturas de los Olwigs aumentaron y comenzaron a perder energía. El 26 de abril, Bill fue internado en el Hospital Progress West en O'Fallon.

Unas seis horas después, la ambulancia regresó para recoger a Pat. "Uno de mis hermanos siguió a la ambulancia y vio a mamá salir", dijo Rose. Y agregó: "Ella simplemente saludó con calma y dijo: 'Hola, me voy a hacer la prueba'". A la mañana siguiente, el 27 de abril, tanto Bill como Pat estaban en la unidad de cuidados intensivos y se le pusieron respiradores. 

"Sabíamos que probablemente fuera el final", expresó en ese momento Rose. A fines de abril, un sacerdote familiar, vestido con escafandra, capa protectora y barbijo, le dio a la pareja unción extrema en el hospital. Siete hijos, 20 nietos y ocho bisnietos vieron el sacramento a través de una aplicación de video mientras el sacerdote le pedía a Dios protección y paz de la pareja por última vez.