El gobierno sueco podría endurecer en los próximos días su respuesta a la pandemia del coronavirus, mucho más “suave” que la de la mayoría de los países europeos, luego de que los casos casi se duplicaran en una semana, lo que llevó al primer ministro, Stefan Lofven, a advertir a sus compatriotas en una entrevista periodística: “preparémonos para miles de muertos”.
El domingo, Suecia contaba con 6.830 casos y 430 muertos, en comparación con los 3.700 casos y 110 fallecidos de una semana antes. Como sucede en otros países, estas cifras probablemente sean mayores, ya que sólo se hacen tests a los pacientes hospitalizados y al personal sanitario.
El país ha optado por un enfoque original en Europa, que ha desatado una gran controversia nacional e internacional al no confinar a su población. Las escuelas o restaurantes permanecen abiertos y sólo se han prohibido las reuniones de más de 50 personas. El campeonato de fútbol fue postergado y las universidades sólo dan clases a distancia.
El primer ministro Lofven volvió a rechazar las críticas. “Cada uno decide cómo proceder con el distanciamiento social y para reforzar el sistema sanitario”, dijo. “Nosotros lo hacemos de una forma diferente. A veces depende de que estamos en una fase diferente”.
Pese a esta defensa de la “diversidad” de las medidas ante la pandemia, que evita limitar las libertades personales, la prensa sueca sostiene que el gobierno ya preparó un proyecto de ley que le permitiría tomar disposiciones más duras sin necesidad de pasar por el parlamento.
Coronavirus: la casa real sueca puso en marcha el protocolo
Lofven recordó que las autoridades sanitarias han hecho un llamamiento a la "responsabilidad": distanciamiento social, aplicación estricta de las normas de higiene, aislamiento en caso de síntomas, y destacó que “es importante tener disciplina”.
También el rey Carlos XVI Gustavo llamó a sus súbditos a no celebrar reuniones familiares en Semana Santa, porque "no será posible" en plena pandemia. "La Semana Santa es un momento en el que nos gusta viajar y quizá rodearnos de la familia y amigos. Muchos van a la iglesia", dijo el rey en un discurso televisado el domingo por la noche.
"Pero parte de esto no va a ser posible en la Semana Santa de este año. Tenemos que aceptarlo. Hay que pensárselo dos veces, prepararnos para quedarnos en casa", concluyó.
SF