Mientras la comunidad internacional sigue en vilo tras el lanzamiento de una de las bombas no nucleares más potentes sobre Afganistán, ahora un nuevo flanco se le abrió al gobierno de Donald Trump luego de que el ejército de Corea del Norte prometiera una "respuesta sin piedad" ante cualquier provocación de Estados Unidos, que decidió enviar uno de sus portaaviones rumbo a la península coreana.
La polémica estalló luego de que el presidente Trump anunció el jueves el del portaviones Carl Vinson al país asiático, escoltado por tres navíos lanzamisiles. También habló de una "armada" que incluiría submarinos.
Corea del Norte dijo que frente al envío "insensato" del grupo aeronaval está dispuesta a "ir a la guerra" y, según constata hoy la agencia de noticias AFP, el régimen comunista podría llevar a cabo este fin de semana un nuevo test de misil balístico o nuclear —ambos prohibidos por la comunidad internacional— coincidiendo con las celebraciones del 105 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, el primer líder del país comunista.
El ejército norcoreano aseguró a través de la agencia oficial KCNA que las bases estadounidenses en Corea del Sur serían "pulverizadas en pocos minutos" en caso de guerra. Ante el aumento de tensión, el ministro de Exteriores chino Wang Yi advirtió este viernes que un "conflicto podría estallar en cualquier momento" .
Por su parte Rusia dijo también estar está "muy preocupada" y pidió "moderación a todas las partes para evitar "cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación".