El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron inscriptos el lunes 1 de agosto como los candidatos en busca de un cuarto mandato en las elecciones de noviembre, mientras sus principales rivales están en prisión.
La pareja fue registrada como los candidatos de la alianza "Nicaragua Triunfa", del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda), después que un congreso partidario los ratificara como su fórmula presidencial, cerrándose las listas en un clima de tensión.
Ortega, un exguerrillero de 75 años que gobierna desde 2007 tras dos reelecciones sucesivas, aspira a asentarse en el poder por cinco años más junto con Murillo, de 70 años, quien le hacia compañía ocupando la vicepresidencia desde el año 2017.
Daniel Ortega, el "eterno presidente" de Nicaragua
Nacido el 11 de noviembre de 1945 en el pueblo minero de La Libertad, Daniel Ortega fue concebido junto a sus otros tres hermanos en el seno de una familia nicaragüense que se caracterizaba a fuego lento por tratarse de gente humilde y de procedencia católica.
Monaguillo y con vocación sacerdotal, decidió abandonar la facultad de Derecho para enrolarse en la guerrilla Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), espacio político que integra desde este entonces y por el cual buscara la reelección en noviembre.
Entonces flaco y con bigotes que aún conserva, fue uno de los verdugos de su propio torturador, Anastasio Somoza García, durante la dictadura somocista (1937-1979) y purgó siete años de cárcel por robar un banco para financiar las filas de la guerrilla.
Intercambiado por rehenes somocistas, Ortega fue liberado, se entrenó en Cuba y volvió a Nicaragua, con exilios intermitentes, hasta derrotar a Somoza, con el apoyo de La Habana y la URSS. Integró una junta de gobierno y fue elegido presidente en 1984.
Seis años después, en 1990, pierde la elección contra Violeta Barrios de Chamorro, pese a ser favorito. De allí en más, no descansó hasta regresar al gobierno en 2007. Previo a ello, fue también sobrepasado en los comicios de 1990, de 1996 y 2001.
Tras su vuelta al poder, logró mantener en los primeros años un clima favorable para el crecimiento económico. Sería elegidos dos veces más en 2011 y en 2016, en medio de reformas a la Constitución que eliminaron el impedimento de reelección.
A partir del año 2017, comenzó a acompañarlo en la vicepresidencia su esposa, Rosario Murillo, de 70 años de edad, quien opera también como vocera exclusiva del gobierno, mientras Ortega disminuye sus apariciones públicas y su contacto con el pueblo.
Su romance inició durante el exilio en Caracas. Antes, Ortega leía los poemas de Rosario en prisión, en los periódicos que entraban clandestinamente. Concibieron juntos siete hijos, a los que se sumaron otros tres de compromisos anteriores.
Luego de años de "paz" social, la represión a las protestas de 2018 y la pandemia frenaron la expansión económica a la vez que generaron una crisis política, que tuvo como resultado 300 muertes y a más de 130 disidentes encerrados en prisión.
Frente a la revuelta que había surgido, Ortega no hizo más que caracterizarla como un fallido golpe de Estado apoyado por Washington. Habiéndose repetido en 2021, el actual presidente no hizo más que encarcelar, lo que le valió sanciones internacionales.
Durante las semanas previas al anuncio de su nueva candidatura, que tuvo lugar este lunes 1 de agosto, fueron detenidos más de 30 opositores. Entre ellos la más importante, Cristiana Chamorro, hija de Violeta Barros de Chamorro y quien venció a Ortega en 1990.
Nicaragua, con una población aproximada a los 6,5 millones de habitantes, elegirá el próximo domingo 7 de noviembre a un nuevo presidente y vicepresidente y renovará también las bancas de 92 diputados nacionales y 20 para el Parlamento Centroamericano.
JFG