En el sexto día de conflicto entre Irán e Israel, el líder supremo Ali Khamenei, advirtió que su nación "nunca se rendirá” y lanzó una nueva ofensiva con misiles hipersónicos. Las declaraciones llegaron luego de que Israel informara haber destruido la sede de seguridad interna iraní en Teherán y en paralelo a una serie de nuevos ataques a sistemas de misiles y depósitos militares en el oeste del país.
El conflicto se agudiza con la participación de armamento avanzado por parte de Irán, como los misiles hipersónicos Fattah y superpesados de largo alcance, según anunció el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. De acuerdo a fuentes militares israelíes, desde el viernes Irán disparó cerca de 400 misiles balísticos y mil drones. Al menos 20 de esos misiles impactaron en zonas civiles.

En medio de este escenario, Khamenei envió un mensaje directo a Estados Unidos, advirtiendo que una intervención militar provocaría “daños irreparables”. El mensaje fue una respuesta al presidente Donald Trump, que en los últimos días presionó por una “rendición incondicional” de Irán y deslizó la posibilidad de una ofensiva conjunta con Israel. Trump dijo además que aún no decidió si participará de bombardeos contra Irán, a la vez que manifestó que “podrían haber negociado con él hace dos semanas”, pero ahora "ya es tarde".
Israel, por su parte, continúa intensificando los ataques. El primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que la aviación israelí destruyó la sede de seguridad interna iraní, a la que calificó como “el principal brazo de represión del dictador iraní”. Reconoció también que Israel sufrió “pérdidas dolorosas” desde el inicio del conflicto, con al menos 24 muertos y cientos de heridos.

Las consecuencias internas también comienzan a sentirse en Irán. El país atraviesa un apagón casi total de internet, denunciado por un organismo de control con sede en Londres. Las autoridades iraníes justificaron la medida por “el uso militar que el agresor hace de la red de comunicaciones”, e impusieron restricciones adicionales al acceso.
Mientras tanto, crecen las dificultades en la vida cotidiana de la población iraní. Se reportan largas filas en estaciones de servicio y escasez de productos básicos como arroz, pan y azúcar. Las autoridades israelíes sostienen que el objetivo de sus bombardeos es impedir que Irán avance en su programa nuclear. Por su parte, la Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó que instalaciones clave de fabricación de centrífugas (máquinas que se utilizan en el proceso de enriquecimiento de uranio) fueron destruidas en los recientes ataques.
Argentina, Chile, México, Brasil, Uruguay, Bolivia y Rusia evacuaron sus embajadas en Teherán
Las naciones decidieron retirar a sus diplomáticos ante el riesgo de que se conviertan en víctimas de los bombardeos realizados por el ejército israelí en el marco de su ofensiva contra Irán. La medida responde a la escalada del conflicto entre ambos países, que ya se cobró víctimas civiles de ambos bandos.
En el caso argentino, la evacuación fue confirmada por el encargado de Negocios, Mariano Jordán, quien viajó por vía terrestre hasta Azerbaiyán. Aclaró que esta decisión no implica una ruptura en las relaciones bilaterales con Irán. Según el funcionario, unos 40 ciudadanos argentinos decidieron permanecer en Teherán pese a las recomendaciones oficiales.

Chile también cerró su embajada y el embajador abandonó el país junto a su familia y un empleado. El gobierno de México ordenó evacuar al personal diplomático y trasladar a los diez turistas mexicanos que permanecían en la ciudad de Isfahán hacia un lugar seguro. Brasil, Bolivia y Uruguay hicieron lo propio: retiraron a sus delegaciones y todavía no definieron cuándo regresarán al país.
Cuba y Nicaragua informaron que evacuarán a sus funcionarios antes del fin de semana. Aunque ambos gobiernos mantienen vínculos históricos con el líder religioso Ali Khamenei, priorizaron la seguridad del personal. En paralelo, Rusia también ordenó el retiro de su delegación y su traslado a Azerbaiyán.
TC / Gi