En su informe “Ataques a la prensa en 2010: Análisis de Américas“, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), resalta una triste realidad que ya desde hace un tiempo sufre el continente y que cada vez es mas evidente y difícil de disimular: esto es, que la censura y los ataques a la libertad de prensa en América Latina ha alcanzado los niveles mas altos en los últimos 30 años tras el retorno a la democracia.
El informe del CPJ además de consignar el alto número de periodistas asesinados y la impunidad imperante para estos crimines y condenar el crimen organizado, resalta y señala otras vías de censura que se aplican, especialmente a través de la justicia, para acallar a los medios y coartar la información,. En el informe, por ejemplo, se señala a la Justicia brasileña, a la “ censura judicial“ concretamente, como el gran obstáculo al trabajo periodístico en Brasil.
Pero esa realidad de Brasil es la misma en Venezuela, eso sí mas grotesca y ordinaria, -que menos se puede esperar de Chávez quien da las ordenes a los jueces por TV-, y se da en muchos otros países del contienen donde los magistrados incluso se adelantan y no esperan las ordenes. Y cuando la censura no es por la vía judicial, recurren a la persecución fiscal y sueltan a jaurías de inspectores, o salen a la compra de prensa complaciente con publicidad oficial, con créditos blancos y plata dulce.
Dicen voceros del CPJ que los niveles de censura no alcanzan aun a los de la era de las dictaduras militares, aunque igual es muy preocupante. Es difícil hacer una comparación, pero seguramente es así solo en términos absolutos.
Aquéllas eran dictaduras y ahora se habla de democracias. En aquella época se sabía que había censura y que se estaba en dictadura. Hoy ¿ es posible seguir hablando de democracia cuando se sabe que la libertad de prensa, como en Venezuela, esta limitada, y que la independencia de poderes, como ha sido comprobado no existe, aunque la OEA no se anime a encararlo?
El presidente ecuatoriano Rafael Correa se apresta a hacer un plebiscito para concentrar mas poder, del que ya abusa. La propuesta de consulta popular aparentemente cae en varias inconstitucionalidades que , como corresponde, analiza la Corte Constitucional. La prensa informa al respecto, como también informa sobre un caso de corrupción que involucra a dos diputados del partido del presidente Correa. Este se enfurece y utiliza todos los medios de comunicación públicos y oficialistas y el dinero del estado, y acusa a la prensa , de “ sicariatos de tinta“ “ corruptos“, “conspiradores“ . En cualquier momento dice que quieren dar un golpe de estado contra el, se abre la camisa y dirá que lo quieren matar ( eso si rodeado de decenas de custodios no sea que corra algún riesgo) y decreta la censura de prensa y el estado de emergencia.
¿Cree alguien que si un medio le hace un juicio al presidente Correa por sus insultos y agravios, algún juez lo condenará? ¿Creen que la Corte Constitucional que estudia la propuesta para el plebiscito, o quienes investigan los casos de corrupción, no se siente “algo“ presionados?
Todo esto hace difícil hablar alegremente de democracia. Cuando el Secretario de la OEA, se jacta de la que organización hoy está integrada solo por democracias, habría que pedirle que sea mas humilde o prudente y hable de “ democracias censuradas“. Y si lo insultan, como a veces ocurre, que busque respaldo en el informe del CPJ.