El 16 de abril de 2009, las fuerzas de seguridad boliviana arrestaron a un grupo de hombres que, según ellos, pretendían asesinar al presidente de ese país. Tres de esos hombres murieron en el enfrentamiento, ocurrido en la región de Santa Cruz, que por entonces lideraba un alzamiento opositor contra el gobierno. Evo Morales, de viaje en Venezuela, afirmó que se trataba de "terroristas mercenarios".
Ahora el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, presentó un informe ante el Senado que confirma que el intento de magnicidio existió. El plan del grupo incluía la participación de bolivianos, croatas, húngaros y hasta de "carapintadas" argentinos para "defender la autonomía" de la región de Santa Cruz.
Llorenti dijo que el plan fue confirmado por dos dirigentes cívicos de derecha del departamento de Santa Cruz, Svonko Matkovic y Marco Monasterio, interrogados por la Fiscalía de La Paz que investiga al grupo de Eduardo Rózsa Flores, el líder boliviano-croata del grupo, muerto a tiros por la Policía durante el enfrentamiento.
Matkovic y Monasterio están ligados a la élite política y empresarial de Santa Cruz, acérrimos enemigos de la gestión izquierdista e indigenista de Evo Morales. De hecho, el gobierno maneja información que sostiene que el grupo fue contratado por la aristocracia santacruceña para provocar una guerra separatista, según consignó la agencia de noticias AFP.
Monasterio -quien goza de prisión domiciliaria por colaborar con la fiscalía del caso- informó que el grupo terrorista contó con el apoyo logístico de Los Caballeros de Oriente, una logia masónica y separatista acusada de financiar al terrorismo. De hecho, Monasterio integraba un grupo "de enlace" liderado por Alejandro Melgar, uno de los prófugos del caso.
“Una vez, Alejandro comentó a la unidad que el grupo de Rózsa tenía un plan para matar al Presidente, pero en realidad nunca nos mostraron el plan -algo que no parecía ser serio-, pero nos dijo que se requería para el efecto contar con nueve hombres pero que sólo tenían seis”, declaró Monasterio ante la Fiscalía, según el diario boliviano La Razón.
Por su parte, Mactovic reveló que el grupo evaluó matar a Evo Morales durante una reunión de gabinete celebrada sobre un barco militar en aguas del lago Titicaca, el 3 de abril de 2009. “Dijeron que estuvieron presentes en la inauguración del puente Pailón (en enero de ese año), donde estuvo el Presidente, y que habían dejado un vehículo cerca y que el servicio de seguridad no había hecho nada al respecto”, declaró el acusado a la fiscalía.
“Nos comentaron que ya habían conseguido financiamiento con el cual ya habían comprado algunas armas y que las tenían en su poder... también hablaron de conseguir y adaptar ametralladoras de alto calibre a vehículos blindados, hablaron también de conseguir tanques”, agregó Matkovic, según el informe del ministro de Gobierno ante el Senado.
“Si no hay autonomía y no podemos vivir juntos, vamos a gritar que somos independientes y haremos un nuevo país”, proclamó Rózsa, líder del grupo, en una entrevista.