INTERNACIONAL
Estados Unidos

Diferencias en el caso de los documentos clasificados en poder de Trump y Biden

Expertos ven grandes diferencias entre un caso y otro, comenzando por la negativa del magnate de que los tuviera, lo que finalmente se comprobó que era falso, luego de que el FMI allanara su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida. Biden, que tenía archivos de su época de vicepresidente de Barack Obama en el garage de su casa de Wilmington, en el estado de Delaware, se mostró dispuesto a colaborar con la investigación desde un comienzo.

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Escenas. El exmandatario republicano en sus oficinas en Mar-a-Lago, donde tenía “cientos” de archivos clasificados, pese a que lo negó. A Biden le hallaron hasta ahora cinco páginas reservadas. | afp

El escrutinio público sobre el Presidente estadounidense Joe Biden aumentó esta semana al continuar el descubrimiento de documentos clasificados en su casa de Wilmington, Delaware, el 14 de enero. Biden, al igual que su predecesor Donald Trump, está bajo investigación federal debido al descubrimiento de que tenía documentos gubernamentales clasificados en su poder de sus tiempos de vicepresidente de Barack Obama. Pero expertos opinan que aunque las dos situaciones tengan mucho en común, hay diferencias claves que van a impactar en la manera en cómo las investigaciones federales de cada individuo se desarrollen.

Para Biden, este es el más reciente de cuatro incidentes separados en los que documentos clasificados de su tiempo como vicepresidente fueron hallados. El primero fue el 2 de noviembre del año pasado, cuando sus abogados encontraron documentos en una de sus oficinas en un think tank en Washington. Los abogados de Biden informaron a los Archivos Nacionales y desde entonces han estado en comunicación regular con el Departamento de Justicia, según el abogado personal de Biden, Bob Bauer. Cuando los letrados de Biden hallaron más documentos potencialmente clasificados en el garage del presidente en Wilmington, el 11 de enero, permitieron que el Departamento de Justicia ordenara la recuperación de esos documentos pocos días después. 

El caso de Trump es más complicado. Los Archivos Nacionales contactaron al equipo del expresidente el 6 de mayo de 2021 para pedir el regreso de unos documentos de alto perfil que habían aparentemente desaparecido. Por varios meses, Trump se negó. En enero del siguiente año, quince cajas con archivos fueron enviados desde Mar-a-Lago, y cuando se abrieron, oficiales de los archivos encontraron documentos claramente marcados como clasificados. Pidieron que el Departamento de Justicia investigara la situación. Meses de resistencia de parte del equipo de Trump culminaron con el FMI ejecutando una orden de registró de la propiedad del magnate en Florida, lo que Trump llamó una “cacería de brujas” en una declaración publicada poco después del registro.  

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“Por lo que sabemos hasta ahora, hay una gran diferencia entre la disposición de Biden en regresar los papeles inmediatamente y la resistencia de Trump en devolver los documentos de Mar-a-Lago”, dice a PERFIL Eugene Joseph Dionne Jr.,  profesor de gobierno en la universidad de Georgetown y becario senior en la Brookings Institution. 

Después del registro en Mar-a-Lago, Trump realizó varias declaraciones falsas sobre la situación, se negó a cumplir los requerimientos, y después lo negó. Por el contrario, Biden ha declarado sobre el tema: “Estamos cooperando completamente con la revisión, lo cual anticipó terminará pronto”. Un portavoz de la Casa Blanca resumió el tema: “Es muy importante entender la distinción: el presidente Biden está actuando con responsabilidad y apropiadamente”. 

Los tira y afloja con documentos públicos no son una novedad, advierte E.J. Fagan, profesor asistente en el departamento de ciencia política en la universidad de Illinois en Chicago, que recuerda que los mandatarios tienen que cumplir con una ley sobre archivos presidenciales, que requiere que casi todos los documentos firmados por el presidente sean preservados por razones históricas. Fagan dice que varios políticos han tenido problemas con esa ley, como Hillary Clinton, cuando era secretaria de Estado, Trump y varios secretarios de la administración de George W. Bush. 

La diferencia clave, según Fagan, es la intención criminal, que quien haya acusado de violar esa ley haya querido cometer ese delito. “Donald Trump estuvo activamente negando que ciertos documentos clasificados existían, y tanto él como sus abogados firmaron presentaciones en las que afirmaban haber cumplido con la restitución de los documentos clasificados, lo que claramente no habían hecho”, recuerda. 

En términos cuantitativos, la diferencia entre los casos de Trump y Biden también es muy clara: el republicano tenía cientos de documentos, de varios niveles de confidencialidad. De los documentos encontrados en Wilmington, solo se descubrieron hasta ahora cinco páginas de material clasificado.

De todos modos, para Fagan el hecho de que Biden poseyera documentos clasificados al mismo tiempo que Trump estaba siendo investigado crea una confusión que hará difícil que el expresidente sea acusado.