Dina Boluarte aseguró que su gobierno "está firme" y apuntó contra los que buscan "adueñarse del poder"
"La situación está controlada", señaló la presidenta de Perú pese a que se registraron fuertes choques entre manifestantes y policías. Hasta el momento se confirmaron dos muertos.
Enfática. Denuncia presencia de “infiltrados extranjeros”. |
presidencia del perú
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, salió al cruce de algunas versiones y aseguró este jueves que su gobierno "está firme", mientras en las calles de Lima continuaban las protestas y los enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Hasta el momento se confirmaron dos muertos.
Boluarte salió a "desmentir noticias falsas", y un breve discurso que brindó esta noche señaló que su gobierno "está firme" y su gabinete "más unido que nunca".
Y con respecto a las manifestaciones que comenzaron esta tarde, en la denominada "Toma de Lima", la mandataria consideró que quienes lideran las protestas "están al margen de la ley e intentan quebrar el orden institucional para adueñarse del poder. Están equivocados".
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"La situación está controlada", dijo Boluarte, al referirse a los incidentes, y añadió que "si bien sabemos que estas personas no van a cesar en su propósito, les vamos a caer con todo el peso de la ley".
Al concluir su breve alocución, la presidenta peruana remarcó: "llamo al diálogo a los líderes de quienes promueven estas acciones".
Por su parte, Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros, señaló que "el gobierno está al mando de la situación y al cuidado de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos".
Protestas en Perú. FOTO: AFP
Dos fallecidos en las protestas en Perú
Miles de peruanos, muchos de las regiones mineras del sur del país, marcharon en Lima exigiendo cambios radicales en el país luego de más de 50 muertes vinculadas a las protestas contra el Gobierno que encabeza Dina Bouarte, y que hoy dejaron otros dos fallecidos en el interior.
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden marcan la peor violencia que vio Perú en más de dos décadas, mientras los manifestantes en su mayoría de regiones más pobres desahogan su ira contra la élite política limeña por una persistente desigualdad, poniendo a prueba la democracia de la nación andina rica en cobre. Esta jornada fue denominada como "La toma de Lima".
En tanto, en Puno y Arequipa, otros dos manifestantes murieron en medio de los enfrentamientos con la policía, que incluyeron además intentos de tomas de aeropuertos en esas dos ciudades y también en Cusco, indicó la agencia de noticias británica Reuters.
