LONDRES.- Traicionado por un micrófono que seguía conectado cuando subió a su auto, el primer ministro británico Gordon Brown cometió este miércoles un error que puede costarle carísimo, a solo 8 días de las elecciones generales.
Luego de hablar en un acto en Rochdale (noroeste de Inglaterra), Brown dialogó con una votante sobre la deuda nacional, impuestos e inmigración, saludó a todos sonriendo y se subió al auto que le esperaba: "Esto fue un desastre total. Nunca deberían haberme puesto a esa mujer. ¿De quién fue la idea?", grito el Premier furioso a uno de sus colaboradores, usando la palabra "Bigot" para calificar a Gillian Duffy, una ex trabajadora social viuda de 66 años, la votante con la que había departido.
El término puede traducrise como "intolerante o sectaria". Lo cierto es que todo el diálogo siguió escuchándose en el lugar del acto, porque el micrófono que llevaba Brown seguía abierto. Esa conversación privada tardó segundos en difundirse por todos los medios de comunicación del país, convirtiéndose en una verdadera bomba para la campaña laborista.
Incitada por la prensa que cubría el acto, Gillian Duffy anunció que "quería una disculpa de Brown" por sus comentarios, que consideraba "extremadamente ofensivos".
Consciente de el error podría serle letal en la carrera a las urnas el 6 de mayo, Brown hizo lo imposible por hacerse perdonar. Primero se disculpó públicamente en una emisora local de la BBC. "Pido perdón si he dicho algo que pueda haber sido hiriente y le pediré perdón a ella personalmente", declaró el primer ministro.
Acto seguido llamó por teléfono a Duffy, pero no satisfecho todavía con eso, se desplazó hasta su domicilio. "Acabo de hablar con Gillian. Estoy avergonzado por lo que ha ocurrido", dijo al término de su visita de unos 40 minutos. "Soy un pecador arrepentido", precisó explicando que inicialmente había "entendido mal algunos comentarios de la señora" sobre inmigración.
Los medios nacionales dedicaron la tarde casi exclusivamente al tema y el popular The Sun ironizó poniendo tres fotos del tema, primero con el error, luego con Brown diciendo "estoy arrepentido" y finalmente cuando salía de la casa de la indignada Gillyan diciendo "soy un pecador". Duffy, en tanto, se convirtió por un día en una celebridad en el Reino Unido.
Esta metedura de pata podría perjudicar al líder del partido laborista que ocupa la tercera posición en la mayoría de sondeos de intención de voto, por detrás de los conservadores de David Cameron y de los liberal demócratas de Nick Clegg.
"Hemos descubierto los pensamientos internos del Primer Ministro y hablan por sí mismos", reaccionó rapidamente el responsable de asuntos económicos del partido conservador, George Osborne, a la cadena Sky News, "facturando" el error laborista.
Fuente: AFP y diario The Sun.