La mañana del viernes fue expectante en Washington para la prensa internacional. Se sabía que en Trípoli las fuerzas leales a Kadafi mantenían reñidos combates contra insurgentes, y que se acumulaban las víctimas.
En tanto un Ferry fletado por Estados Unidos con 338 pasajeros a bordo, la mitad norteamericanos, pudo finalmente llegar a Malta desde Libia luego de haber estado varado casi 40 horas en Trípoli, debido a “razones de mal tiempo”, según anunció el Departamento de Estado. Allí viajaban una treintena de funcionarios de la embajada norteamericana, la cual permanecerá cerrada por tiempo indeterminado en ese país. También un avión norteamericano de transporte de tropas llegó desde Turquía para lo que se entendió como una evacuación final de sus ciudadanos ante la creciente tensión.
“Nuestra obligación es la garantizar la seguridad de los nuestros ciudadanos. Sabemos que durante la semana ha habido comentarios adversos, pero ésta fue la prioridad que siempre hemos tenido”, explicó el nuevo portavoz de Obama, Jay Carney, a los periodistas en la Casa Blanca. El vocero ha dicho que Estados Unidos mantiene “todas las opciones disponibles sobre la mesa para actuar si es necesario”.
A la vez Carney en su conferencia de prensa anunció que Estados Unidos considera que el régimen de Kadafi ha perdido toda credibilidad. Se cree en las próximas horas se conocerá un paquete de sanciones de todo tipo, incluyendo limitaciones financieras (congelamiento de fondos) y embargos militares.
Estados Unidos podría actuar en forma unilateral pero también se sabe de intensos contactos diplomáticos en las Naciones Unidas para que las sanciones principales emanen de ese organismo. Al respecto, estuvo reunido el Consejo de Seguridad y se prevé una reunión adicional de emergencia para mañana sábado.
El presidente Obama ha tenido conversaciones telefónicas con varios líderes europeos y también se comunicó con Recep Erdogan, primer ministro turco. En el día de hoy el presidente francés Nicolás Sarkozy dijo que Kadafi debe dejar el poder, aunque también expresó sus reservas para llevar a cabo una operación militar internacional.
Asimismo la OTAN tuvo una sesión de emergencia y se acordó seguir en comunicación permanente. Finalmente no llegaron a la decisión por ahora –tal cual se creía- de prohibir y bloquear el tránsito
aéreo en Libia. También se sabe que varios de los miembros de la organización han sugerido que aviones Awacs, con alta capacidad de espionaje y radares, realicen misiones cerca de Libia a efectos de constatar la capacidad operativa de las fuerzas que responden a Kadafi.
El desorden imperante en Trípoli ha llevado a casos increíbles. En el día de hoy un avión de rescate de refugiados canadiense aterrizó en la capital de Libia pero por falta de coordinación del personal de tierra, retornó sin pasajeros. En cambio los estadounidenses han preferido usar un Ferry porque según ellos “el aeropuerto de Trípoli es un caos”.
Estados Unidos por ahora no ha querido pronunciarse en voz alta sobre la salida del poder de Kadafi. “Es un tema de los ciudadanos de Libia. Ellos deben elegir a quién quieren que los gobierne". Pero el vocero del presidente norteamericano ha ratificado que el gobierno de Estados Unidos califica la violencia en Libia como inaceptable.
Asimismo, la Secretaria de Estado Hillary Clinton viajará a Ginebra el lunes y se da por descontado que en las próximas horas Libia sea suspendida de participar indefinidamente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, siendo la primera vez que esta medida se decide desde la formación del mismo.
(*) Especial para Perfil.com