Estados Unidos confirmó este domingo la muerte de Abdul Hasib, jefe del Estados Islámico (ISIS) durante una operación en la misma zona en la que detonaron “la madre de todas las bombas”.
"El jefe del EI-K en Afganistán Abdul Hasib murió en una redada encabezada por las Fuerzas Especiales afganas en la oriental Nangarhar”, informaron mediante Twitter el palacio presidencial.
“Este es el segundo emir del ISIS muerto en nueve meses, junto a docenas de sus líderes y cientos de sus combatientes”, sostuvo John Nicholson, el comandante de las tropas de EEUU y de la OTAN en el país, según la agencia EFE.
El Estado Islámico se encuentra dentro del territorio afgano desde el año 2015, y creó su principal bastión en Nangarhar, fronteriza con Pakistán.