En el día de ayer el Congreso de los Estados Unidos en una votación de 214 contra 194 votos decidió mantener en secreto los archivos de las agencias norteamericanas que contienen información importante en los Estados Unidos acerca de lo ocurrido en la época de la dictadura en Argentina y que podrían ayudar a los familiares de desaparecidos a seguir rastreando pruebas para reencontrar chicos robados por las fuerzas militares durante esos terribles años, muchos de ellos nacidos en los centros clandestinos de torturas o quitados de sus progenitores en las operaciones represivas de los años 70´s.
La propuesta en el Congreso del demócrata Maurice Hinchey de Nueva York fue rechazada por la mayoría, y representa una página muy importante en la relación entre ambos países. Varias agencias de seguridad de Estados Unidos tienen documentación que sería vital para investigar lo sucedido durante esos años en la Argentina, pero los archivos por ahora van a continuar siendo secretos.
“Los archivos norteamericanos de la Argentina por ahora van a continuar así, secretos” habría dicho el republicano Mike Rogers -Presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes- a la agencia Associated Press. “Declasificarlos ahora sería distraer a nuestros espías de otras tareas que están haciendo en la lucha contra Al Qaeda” dijo a la reconocida agencia informativa.
Por otra parte, el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo en los Estados Unidos, de apellido Iud, ha comentado a la prensa norteamericana su rechazo a la postura del Capitolio: “Es increíble que ésto ocurra en un país que se define como defensor de los derechos humanos. El Congreso de Estados Unidos hoy está poniendo trabas para que una abuela pueda reunirse finalmente con su nieto, y ellas necesitan esta información para poder encontrarlos” afirmó.
Lo que sorprende es que la votación contra la Argentina no ha seguido los mismos carriles que por ejemplo ocurriera con el vecino país, Chile. En 1999, un proyecto similar fue aprobado durante la época en la que Clinton era presidente, y que tratara un proyecto similar sobre la dictadura chilena, aunque el resultado fue totalmente distinto. Más de 20 mil documentos que se conocieron en esa instancia sirvieron para procesar a los militares chilenos, incluido el General Augusto Pinochet. Pero con la Argentina, el Congreso, ha decidido jugar otro rol, ciertamente criticable.
La noticia ha caído muy mal en las organizaciones de derechos humanos, tanto argentinas como así también en los Estados Unidos. Se sabe que ya han aparecido 104 nietos de desaparecidos, pero puede haber otros 400 más, que ahora son adultos que rondarían los 35 años de edad.
(*) Especial para Perfil.com
