INTERNACIONAL
dilema de independentistas

El adiós a España puede ser un adiós a la Unión Europea

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Apoyo. Tanto el francés Macron como la alemana Merkel dejaron en claro su apoyo a Madrid. | AP

Tras la publicación de los resultados oficiales del referéndum que se celebra hoy en Cataluña, la Generalitat tendrá un plazo de 48 horas para declarar la independencia, en caso que, como se espera, triunfe el “Sí”. Esa decisión no sólo implicará un sismo político y legal en España, sino que también generará una reacción de la Unión Europea (UE). Una secesión en un Estado miembro no pasará inadvertido para Bruselas, que teme un efecto dominó en otros países donde también hay un nacionalismo de corte separatista.

El eventual nuevo Estado catalán no obtendrá automáticamente el estatus de miembro del bloque comunitario. Si los catalanes quieren ingresar a la UE deberán tener el visto bueno de sus 28 miembros, inclusive de España, algo que se descuenta improbable. El ex presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, había formulado esa doctrina para frenar los movimientos independentistas en la región belga de Flandes, en el País Vasco en España y Francia, en el norte de Italia, en Baviera y, desde luego, también en Cataluña. De esa forma, Bruselas le cierra el paso al independentismo catalán y blinda a otros de sus Estados miembros, que podrían enfrentar un desafío similar en los próximos años.

Respaldo. Los líderes europeos respaldaron el viernes al gobierno español en una cumbre informal. Uno de los más contundentes fue el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, quien declaró que sólo tiene “un interlocutor” en España, el presidente Mariano Rajoy, y que confía en su “determinación” para defender “los intereses de toda España”. “No tengo miedo, pero estoy preocupado. Es un tema que nos afecta a todos”, admitió, por su parte, el presidente de Rumania, Klaus Werner.

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Aunque la Comisión Europea descartó mediar en el conflicto, como solicitó el consejero de Asuntos Exteriores catalán, Raúl Romeva, el independentismo es optimista con respecto a su inserción en la UE. “La inmensa mayoría de los referéndums que han dado lugar a independencias reconocidas por la comunidad internacional han sido unilaterales, celebrados contra la voluntad del Estado del que formaban parte. A pesar de ello, una vez que ganaron y se demostró que no hubo trampas, fueron reconocidas al cabo de unos meses por distintos países”, afirmó a PERFIL Elisenda Paluzie, profesora de Economía de la Universidad de Barcelona y una de las intelectuales que más brega por la independencia.

Antecedentes. Los defensores de la independencia catalana citan el caso de la antigua República Democrática Alemana (RDA), que en 1990 fue incorporada a la UE sin pasar por las negociaciones de adhesión. Sin embargo, los juristas europeos señalan que la RDA se adhirió a la República Federal de Alemania, un miembro que ya integraba el bloque. Es decir, no se trató de una salida, sino de un ingreso al bloque.

Si Escocia decidiese abandonar Reino Unido, también debería pedir la adhesión a la UE. Tras culminar el “Brexit”, Londres ya no sería miembro comunitario y, por lo tanto, no podría impedir la membresía escocesa.

Cataluña no sólo está frente a la decisión de dejar España, sino también ante una gran incertidumbre sobre su adhesión a Bruselas. Afrontará una batalla legal ante el Tribunal de Justicia de la UE y una disputa política ante las autoridades de la Comisión Europa, donde Rajoy tiene serias chances de ganar.

* Subeditor de Internacionales.