El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el argentino Rafael Grossi, comenzó ayer una crucial visita a Irán, a 72 horas de que venza el ultimátum de Teherán, que el martes saldrá definitivamente del pacto nuclear firmado en 2015 si Estados Unidos no levanta las sanciones económicas aplicadas por el ex presidente Donald Trump.
A partir del 23 de febrero, Irán no aceptará más inspecciones de la AIEA, uno de los compromisos que asumió en el acuerdo que suscribió en 2015 con el llamado grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, para limitar el alcance de su programa nuclear.
El Parlamento iraní aprobó una ley el pasado 1 de diciembre, que exige al gobierno limitar la cooperación con la AIEA a partir del 23 de febrero si se mantienen las sanciones de Estados Unidos y a adoptar nuevos pasos y medidas para reducir sus compromisos establecidos en el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA).
El nuevo ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, ha instado a una cooperación dipomática sobre el programa nuclear iraní, y ya ha mantenido conversaciones con sus aliados europeos, pero no parece probable que acepte levantar en forma unilateral las sanciones aplicadas por Trump en 2018.
Retomar el pacto nuclear con Irán, uno de los grandes desafíos de la política exterior
Según la Irna, la agencia de prensa iraní, el viaje de Grossi, se realiza “a petición del propio director de la OIEA”. Con su visita, agrega, el diplomático argentino deberá “mostrar su compromiso con la imparcialidad, la independencia y la profesionalidad, principios básicos de la Agencia”.
El viernes, Grossi adelantó que durante su visita de 24 horas habría una “reunión con altos responsables iraníes para hallar una solución mutuamente aceptable compatible con la ley iraní” para que la AIEA pueda “proseguir las actividades de verificación esenciales en Irán”.
“Al parecer, escribió ayer la agencia Irna, uno de los principales propósitos de la visita de Grossi será negociar con las autoridades iraníes sobre la continuidad de las inspecciones de la AIEA, a pesar del plazo fijado” del 23 de febrero.
Días atrás, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, aseguró que su país “anulará inmediatamente” sus medidas de represalia si Estados Unidos “levanta sin condiciones todas las sanciones impuestas, reimpuestas o rebautizadas por Trump”.
Las nuevas medidas entrarán en vigor el martes, declaró ayer el presidente de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Alí Akbar Salehi, en una entrevista publicada en Iribnews, la página web de la televisión pública. “Las inspecciones que excedan las medidas de salvaguarda serán suspendidas”, tal y como prevé la ley, indicó Salehi, pues, según él, “la otra parte todavía no ha cumplido con sus obligaciones de levantar las sanciones”.
“Durante la reunión de mañana (por hoy) con Grossi, se examinarán y discutirán las consideraciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica en el marco del acuerdo de garantías y de la cooperación bilateral”, agregó.
Estados Unidos advirtió que Irán podría fabricar una bomba atómica "en semanas"
¿Vuelta a la diplomacia? Esta visita se produce también tras el llamado lanzado el viernes por el presidente Joe Biden a sus aliados a trabajar con Estados Unidos para responder a las “actividades desestabilizadoras” de Irán en Oriente Medio, un día después de que Washington aceptara reanudar negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear sobre la República Islámica.
Biden declaró en la Conferencia de Múnich sobre la Seguridad que Estados Unidos trabajará en estrecha colaboración con sus aliados para tratar con Irán, un enfoque diferente al de Trump, de vocación unilateral y agresiva.
“La amenaza de proliferación nuclear requiere todavía una diplomacia prudente y cooperación entre nosotros”, dijo Biden a sus aliados europeos, durante esa conferencia virtual. “Por eso hemos declarado que estamos dispuestos a retomar las negociaciones del grupo 5+1 sobre el programa nuclear”, explicó.
“También debemos responder a las actividades desestabilizadoras de Irán en Oriente Medio, y vamos a trabajar en estrecha colaboración con nuestros socios europeos y los demás”, advirtió no obstante el presidente de Estados Unidos desde la Casa Blanca.
Optimismo. El portavoz del gobierno iraní, Alí Rabii, aseguró ayer que la última iniciativa nuclear de Irán no impedirá a su gobierno responder a cualquier demostración de buena voluntad de Washington, y expresó su optimismo sobre el proceso diplomático en curso.
“Podemos predecir con certeza que las iniciativas diplomáticas funcionarán bien”, indicó Rabii, en un artículo publicado en un diario gubernamental, en el que consideró que las “idas y vueltas diplomáticas” son el “preludio natural” para “el retorno de todas las partes a sus compromisos, incluyendo el levantamiento de las sanciones en un futuro próximo”.
La República Islámica siempre negó que tuviera intención de poseer armas nucleares. El acuerdo internacional de 2015 preveía el levantamiento de sanciones a cambio de que Irán renunciara a la bomba atómica.