La brutal golpiza que recibió una niña argentina de ocho años y que le causó la muerte horroriza a toda España. Naiara Abigail Briones tenía ocho años y falleció el viernes luego de largas horas de tortura a las que fue sometida por parte de un tío político, en España.
La menor presentaba contusiones en todo el cuerpo, un edema cerebral, el bazo roto y marcas en las muñecas como indicio de que había sido maniatada. Los peritos del caso determinaron que había señales de que la habían obligado a estar de rodillas sobre piedras. La pequeña falleció en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, a causa de la gravedad de algunas de sus heridas.
La nena no vivía con sus padres, sino que había sido enviada desde Zaragoza a Sabiñánigo por el novio de su mamá, una argentina que vive en España y que tiene cuatro hijos. Él había decidido el traslado de Naiara a la casa de su madre y su hermano, porque "se negaba a estudiar", según consignó el medio Elmundo.com.
Iván Pardo Peña, de 33 años, tío político de la nena, fue quien llamó a los servicios de emergencia y, si bien en un primer momento sostuvo que había caído por las escaleras, luego confesó que él mismo la mató.
El detenido fue llevado al centro penitenciario de Zuera (Zaragoza) desde el sábado, tras el pedido de la jueza a cargo del caso. También se le dictó prisión preventiva, comunicada y sin fianza al ser considerado "presunto autor del asesinato".
Por su parte, Manuel Adolfo Briones Sanz, padre biológico de la niña, reclamó que se haga Justicia por el crimen. Además, solicitó ayuda en redes sociales para poder viajar a Sabiñánigo (vive en Chile) y repatriar el cadáver de la pequeña, que fue enterrada el lunes en esa localidad española.
"Después de lo que ha pasado, no se merece estar allí con esa gente", expresó en declaraciones a la prensa.
Briones, de 30 años, conoció a la madre de Naiara en Argentina a través de internet. Fruto de la relación de tres años nació la nena, que se fue a vivir a España con su madre, motivo por el cual el hombre hacía cinco años que no veía a su hija y sólo sabía de ella a través de las esporádicas conversaciones con su expareja.
